La reforestación de la Sierra de la Culebra de Zamora, en cuyo entorno se quemaron más de 55.000 hectáreas en dos grandes incendios forestales el año pasado, conllevará una inversión de 50 millones de euros de los que se han ejecutado más de cinco millones. Un dato ofrecido el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, que ha presentado el plan de regeneración forestal diseñado para la zona.
Dicha planificación es a diez años, y en ella la repoblación forestal supondrá entre 10 y 12 millones de euros, mientras que casi 20 se destinarán a los tratamientos silvícolas necesarios para el crecimiento adecuado de las nuevas masas forestales y para que cuenten con zonas despejadas como medida para evitar incendios. El resto de inversiones tendrán que ver con la planificación, el control de plagas y las actuaciones de biodiversidad, según ha precisado Arranz, a lo que se suman los 22 millones de euros obtenidos por la venta de madera quemada perteneciente a masas arboladas de ayuntamientos y algunos particulares.
Ese ingreso extraordinario que han recibido los ayuntamientos gracias a la venta de madera hará que en los próximos años los municipios afectados no tengan los ingresos por el aprovechamiento forestal con los que contaban anualmente antes de los incendios de 2022, motivo por el que el Gobierno regional ha habilitado una partida de cuatro millones de euros al margen del plan de reforestación. “Ese dinero se entregará a los municipios afectados a lo largo de diez años, a razón de 400.000 euros anuales a partir del próximo año”, ha explicado el director general de Patrimonio Natural.
José Ángel Arranz también ha explicado que las reforestaciones se harán de forma gradual y, en algunos casos, se están produciendo de forma natural en zonas de Pino pinaster, aunque será necesario acometer trabajos forestales para acondicionarlas para que tengan una densidad y un crecimiento adecuados.
La intención del Gobierno regional es que la reforestación de la Sierra de la Culebra se planifique para que la masa forestal no sea tan homogénea como antes y por ello, junto al pino se favorecerá la recuperación de encinares y frondosas. El rebollo, el quejigo, los castaños, los fresnos e incluso los nogales son otras de las especies que se van a intercalar en zonas más reducidas frente a las de pinares para diversificar la producción de aprovechamientos y que el diseño forestal sea “más resistente a los incendios”.
