El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, pidió ayer un «esfuerzo» a la industria láctea y a la distribución para que el sistema de relaciones mercantiles que separan al productor del consumidor final tenga en cuenta los costes de producción. Precisamente, el máximo responsable del departamento mantuvo el lunes una reunión en Madrid con representantes de estos dos intermediarios.
Arias Cañete reconoció las dificultades por las que atraviesa el sector lácteo español, formado por más de 22.000 productores, que motivan el cierre de explotaciones. «Una situación que no se puede consentir, no pueden ir desapareciendo gradualmente los ganaderos y que importemos leche a terceros países que la exportarían a altos precios», aseveró.
El ministro dijo que este tipo de acuerdos «no son fáciles» e instó a la cadena alimentaria a «asumir un compromiso» en la defensa de un sector que ha realizado un gran esfuerzo de modernización en sus explotaciones, tanto en las técnicas de ordeño, como en la conservación en frío o en la mejora genética de la producción de leche; un esfuerzo, dijo, que «no puede irse por la borda».
«Por el bien de los ganaderos españoles, por el bien de la calidad de la leche que consumimos y por el bien del mantenimiento de las poblaciones en el medio rural, lo más inteligente es que toda la cadena alimentaria asuma un gran compromiso en la defensa del sector lácteo», sentenció.
Por otra parte, Arias Cañete estimó que la nueva norma del ibérico estará lista «para estas navidades», después de tres borradores que se han ido modificando para incorporar diversas sugerencias, y del rechazo que ha suscitado la normativa en comunidades autónomas como Castilla y León. El ministro reconoció la dificultad de que una norma «agrade a todos», pero confió en alcanzar un acuerdo «en el que todo el mundo se pueda encontrar cómodo».
En este sentido, las empresas del sector del cerdo ibérico, volvieron a mostrar ayer su rechazo a la normativa e incide en que hay una «ausencia de criterio claro» sobre la regulación que conviene al sector.
