Cerca de una hectárea de pasto bajo y 200 metros lineales próximos a la cuneta de la carretera CL-601 en la urbanización El Carrascalejo fueron ayer pasto de las llamas en un incendio que se registró en la tarde de ayer y en el que las dotaciones del Parque de Bomberos de Segovia y del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León tuvieron que emplearse a fondo para apagar el fuego, que quedó definitivamente controlado tras hora y media de trabajos.
Según la información facilitada por el Parque de Bomberos, el aviso llegó al cuartel a las 16,40 horas, y hasta el lugar del incendio se desplazaron dos vehículos con una dotación de cinco bomberos que comenzaron a trabajar sobre el terreno tras desplegar el operativo. También llegó un vehículo autobomba del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, cuyos medios y dotación también colaboraron en la extinción del fuego. La extrema sequedad del terreno y la proximidad a zonas pobladas causó dificultades en los primeros minutos de la intervención, y pese a la cercanía de las llamas a la carretera no fue necesario llevar a cabo medidas de control de tráfico. La rápida intevención de los servicios contra incendios evitaron la propagación, y el incendio fue controlado sobre las 18,30 horas. En cuanto a las causas, los bomberos no han facilitado detalles, aunque se contempla la posibilidad de que una colilla de cigarrillo arrojada desde un vehículo hubiera sido el origen del suceso.
En la madrugada de ayer, y a apenas un kilómetro del lugar del incendio registrado horas después, los bomberos tuvieron que desplazarse hasta Parque Robledo para intervenir en un incendio registrado en las instalaciones del antiguo colegio St. Michael, que se registró al filo de la medianoche. Dos vehículos del parque se desplazaron para intervenir en el siniestro, detectado en el interior del centro en el que las llamas causaron daños al mobiliario escolar que aún se conserva almacenado en algunas de sus aulas. Tras sofocar el fuego, los bomberos procedieron a ventilar el lugar, y una patrulla de la Guardia Civil asumió la vigilancia de la zona durante los trabajos de extinción.
