El suceso sorprendía a los vecinos de Cuéllar y concretamente del barrio de San Andrés, su templo sufrió daños en uno de los arcos de su torre y restos del ladrillo aparecían justo alrededor de la escultura que rememora las Edades del Hombre de 2017. El suceso del desprendimiento sorprendió a los vecinos más madrugadores pero a quien llamó la atención en primer lugar fue a los agentes de Policía Local, ya que en su ronda matutina, a primera hora de la mañana, descubrían los restos de arco. Fue entonces cuando se llamó a los servicios municipales, y a responsables del equipo de Gobierno, en este caso al alcalde y al concejal de Seguridad, Tomás Marcos. Los acompañaron tres operarios de servicios municipales y el aparejador municipal, Miguel Ángel Rodríguez.
Las primeras labores fueron la perimetración de la zona y la limpieza de los cascotes caídos desde la torre. En el lugar de los hechos también se personó el párroco Fernando Mateo, que ayer comunicaba que se ha hecho llegar la noticia al Obispado de Segovia, propietario material del templo; representantes de la institución se personarán para una valoración de lo sucedido. “Van a intentar hacer una intervención de consolidación más profunda”, comentó el alcalde tras la conversación con el párroco.
El regidor local explicaba que dadas las fechas, muchas empresas que podrían actuar de manera rápida en la torre están cerradas, pero la zona permanece señalizada y no se corre ningún peligro. Ciertamente, cintas policiales acotan toda la plazuela sobre la que se asienta la iglesia para que ni peatones ni vehículos puedan acceder cerca de la iglesia.
La parte desplomada del arco es un añadido de ladrillo que data del siglo XVII, aunque la fecha de construcción de la torre pertenece a siglos anteriores. El templo es una joya mudéjar cuellarana que data del siglo XIII. La primitiva torre estaba ubicada al lado opuesto de la actual, y se conserva rebajada a la altura del tejado, ocupando la sacristía de la iglesia. La actual, situada en el lado noroeste, es una torre sobria, construida en mampostería y sillería, con las esquinas elaboradas a soga y tizón.
De momento solo se puede contemplar en la lejanía para salvaguardar la seguridad de vecinos y turistas, hasta que se pueda asegurar el material que queda en el arco.
