Parece que fue ayer cuando adquiría el ejemplar de bolsillo de Poesías Completas de la colección Austral, de octubre de 1994. El mejor legajo para conocer a uno de los grandes poetas y dramaturgos del siglo pasado. Crítico y enamorado de esa España agitada y sus retardos, de su evocador, polémico y secreto amor, su Guiomar, a la que conoce en Segovia un junio de 1928. Un hombre ligado a sus orígenes, un andaluz en tierra de Castilla, que encontró descanso en su exilio eterno de Colliure, hace ahora ochenta años.
Versos de ayer y de hoy, que renacen en la ribera, que recorren los peñascos de nuestra sierra gabarrera, como lo hacen los años en nuestra piel, versos segovianos de flor de verbasco, ensimismados como Mairena, que rodean al monte y se pierden por un desfiladero con jerga de epítetos en romántico acorde.
Machado es la poesía de Castilla, la voz de la tierra, el verso fresco que recorre la Meseta, una evocación continua a Andalucía, a Soria, a Segovia. El amante del paisaje que lo seduce, estrofas que transportan a la infancia y a la adolescencia, a las pizarras de colegio, a la historia de España, a los maestros de entonces, a los lugares de siempre, al azul del monte, a los olores del pasado, a la libertad que no damos alcance. Estrofas que rescatan del secuestro de rutina, creyéndonos valientes en esa España de charanga y pandereta, la del Mañana Efímero, la del alma quieta. Poeta de poetas, virtuoso del detalle, fotógrafo del sentimiento, la naturaleza, la historia, de sus gentes, dotando al campo, a las flores, a los ríos, de personalidad propia, “El Duero corre terso y mudo, mansamente. El campo parece más que joven, adolescente”.
Humanista en los vaivenes y en los albores de una nueva Europa herida, en una España reumática que acabaría rota en dos. Un hombre que amó cuanto ellas pudieran tener de hospitalario. Intelectual apasionado, rendido a su joven Leonor y a sus Campos de Castilla. Vitalidad en estado puro, el deseo de regeneración, el amor por su tierra, “mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera”.
