Aunque no exento de algunos momentos de tensión, el debate que ayer protagonizaron el candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Segovia, Jesús Postigo, y el actual alcalde, Pedro Arahuetes, que opta a la reelección con el PSOE, transcurrió por la senda de la corrección, eso que los ingleses llaman fair play, juego limpio.
Todo empezó días antes, con las consabidas negociaciones para pactar con los equipos que asesoran a los candidatos las peculiaridades propias de estos “cara a cara” electorales. Que si dónde se van a sentar, que quién empieza, que si las réplicas…
Y llegó el día. Desde primera hora de la mañana todo estaba preparado en la sede de EL ADELANTADO, en la calle Morillo, para acoger un debate que siguieron centenares de internautas a a través de eladelantado.tv. Barbara Carvajal, redactora todoterreno de la edición digital, se encargó de que el equipo, el mobiliario y hasta los botellines de agua estuvieran a punto en la Sala 7 de la redacción, el pequeño estudio de grabación del diario.
Jesús Postigo llegó solo a la sede del diario quince minutos antes de las 13 horas, momento de inicio del debate. Tras ser recibido por el director de EL ADELANTADO, Jesús Martínez, que luego moderó el debate, visitó las instalaciones y se interesó por el trabajo de la redacción durante esta campaña. Poco después llegó la responsable de prensa del Partido Popular de Segovia, Noelia Gómez Antón, que comprobó el lugar de la grabación. Puntual, unos pocos minutos antes del inicio, llegaba Pedro Arahuetes, acompañado por su jefe de campaña, Ignacio Martín Granados. Más tarde, ya casi al final del debate, José Antonio Garvía Benavente, jefe de campaña de Postigo y número 3 de su candidatura, se acercó para seguir la retransmisión desde uno de los despachos del diario, donde ya se encontraban Gómez Antón y Martín Granados.
Instantes antes del comienzo del debate, los candidatos se saludaron y se sometieron con buen humor a la habitual sesión de fotografías, que continuaría durante otros momentos del debate.
En sus intervenciones y réplicas, ambos, aparentemente tranquilos, pues están curtidos en decenas de entrevistas, se ayudaron casi siempre de las manos para remarcar sus discursos. Arahuetes no pudo evitar hacer algún gesto de desacuerdo en dos o tres ocasiones, cuando algo de lo que decía Postigo no le gustaba, mientras este último, se limitó siempre a escuchar a su contrincante político.
Con un tono de voz mesurado en todo momento, los candidatos fueron hilando sus intervenciones; el aspirante del PP siguiendo el guión que se había establecido, en bloques temáticos, mientras el socialista utilizó su tiempo en dos ocasiones para hablar sobre asuntos tratados en el bloque anterior. Precisamente, el momento de mayor tensión se vivió cuando Arahuetes quiso hacer una contrarréplica. El moderador le hizo saber que el bloque había finalizado aunque preguntó a Postigo si tenía algún inconveniente en permitirlo y éste remitió a lo pactado antes del debate por los equipos de ambos.
De un pin y de un bolígrafo.- Dos detalles sobresalían entre la indumentaria, clásica y sobria, que vestían los dos candidatos en el debate. El alcalde y cabeza de lista del PSOE, Pedro Arahuetes, llevaba en la solapa un pin con el logotipo de la candidatura de Segovia 2016, mientras Postigo portaba en la mano un bolígrafo azul, del Partido Popular, con su nombre rotulado.
Postigo asistió con un traje azul, camisa de cuadros vichy blanca y azul marino y una corbata muy discreta en tonos azules; de calzado, un clásico: castellanos negros. Arahuetes optó por un traje negro y una camisa con un tono pastel, muy clara, acompañándola, como contraste, de una corbata con bandas anchas en negro y dorado, bastante llamativa.
