La sentencia que condenó al alcalde, Pedro Arahuetes, por injuriar al ex concejal del PP, Ángel Sancho, no zanja el caso de los miniapartamentos ilegales en la ribera del Eresma. Y el caso no está cerrado, en opinión del propio Arahuetes, porque Sancho, que renunció a su acta de concejal en 2006 a causa del escándalo, tiene aún dos sentencias pendientes, además de que las construcciones ilegales siguen en pie, y el ex concejal popular no ha pedido perdón a los segovianos por sus actuaciones, como construir, según dijo, 46 minipisos «ilegales», camuflados en un muro, y ofrecerlos personalmente a la entonces Universidad SEK.
Arahuetes, recién llegado de un viaje oficial de cinco días a Argentina, y tras un acto en la Casa de la Moneda, no eludió responder a los periodistas sobre las últimas manifestaciones de Sancho, que el pasado 12 de marzo, en rueda de prensa, eludió cualquier responsabilidad en el caso de los miniapartamentos, además de reprochar al alcalde el daño que le habían causado las injurias por las que el regidor ha sido condenado a una multa de 2.000 euros.
Arahuetes aseguró que «todo el mundo sabe quien es Ángel Sancho y como construyó unos miniapartamentos en un sitio que era especialmente protegido, de forma totalmente ilegal, esto está más que claro». Lo que sí dejó claro el alcalde es que, en contra de lo que quiso transmitir Sancho, el caso no está zanjado con la sentencia sobre las injurias. Así recordó que el ex concejal del PP tiene aún dos sentencias pendientes, la que dirimirá la sanción por promover una construcción no ajustada a la licencia y la que fijará el modo de restaurar la legalidad conforme al permiso concedido; esto es, previsiblemente, la demolición de toda construcción no amparada por la licencia.
Archivada la causa penal, los tribunales ya han fijado la multa en 60.000 euros por la irregularidad urbanística, aunque hasta ahora solo existe una sentencia firme sobre la sanción al aparejador de la obra, de 3.375 euros. Quedaría, en consecuencia, la sanción para la empresa, «Hontanilla de Santo Domingo» y el arquitecto.
Arahuetes calificó de «extraña» la actitud de Sancho porque «por un lado afirma que para él ya está zanjado el tema, pero, por otro, ni siquiera pide perdón por haber realizado los miniapartamentos, ni dice que va a tener que suprimirlos y pagar la sanción que corresponda». «Osea que de zanjado nada», añadió Arahuetes, quien recalcó que para él lo que ya estaba cerrado era «el asunto por esa falta o faltilla de injurias, pero no el tema importante».
En este sentido, el alcalde aseguró que Sancho tenía que haber aprovechado su rueda de prensa para explicar el porqué estaba «directamente implicado» en la construcción de esos miniapartamentos, el porqué los ofreció a la entonces Universidad SEK o las razones por los que aún no los había derribado. Arahuetes también reprochó a Sancho que no hubiera pedido perdón a los segovianos «por haber construído unos miniapartamentos ilegales y además con el hándicap añadido de que entonces era concejal del Ayuntamiento de Segovia».
Asimismo, el alcalde cargó contra el grupo municipal del PP, señalando que era «gracioso» que hubieran pedido su dimisión por la sentencia condenatoria por injurias. «No les oído nada sobre la construcción de esos miniapartamentos ilegales, sobre la sanción a sus promotores, la restauración de la legalidad o los ex concejales del PP que estaban implicados», dijo Arahuetes, para añadir: «todo eso que no dicen, es lo que interesa a la gente, no que al alcalde le condenen por una faltilla de injurias, que estaba dentro de lo previsto y no pasa nada».
“Los hechos los mantengo, son reales y acreditados (…) el tema se acabará el día que desaparezcan los miniapartamentos de ese paraje tan pintoresco”.
