El alcalde, Pedro Arahuetes, otorgó ayer su bendición a la apertura de conversaciones, en forma de mesas de trabajo, con la oposición, en sintonía con el deseo de los populares. Al término de la junta de Gobierno local, Arahuetes anunció ayer que recibirá en su despacho al líder municipal del PP, Jesús Postigo, para perfilar los temas que se abordarán en estas mesas y los concejales que participarán como interlocutores. Ciertamente, se trata de un ‘cara a cara’ inesperado, si se tiene en cuenta que el alcalde ha admitido su enemistad personal con el líder del PP, al que le niega la palabra y el saludo, harto, según ha dicho, de la hipocresía y deslealtad del jefe de la oposición.
«Le recibiré, como hago con todo el mundo que me lo pide», aseguró ayer Arahuetes, no sin antes precisar que era la primera vez en dos años que Postigo le pedía entrevistarse con él. Aunque el alcalde abrió ayer las puertas al diálogo, al mismo tiempo mostró su escepticismo sobre el resultado de las conversaciones. En esta línea, Arahuetes aludió a las dos últimas oportunidades en las que el Gobierno municipal socialista, bajo su dirección, constituyó mesas de trabajo con el PP; en 2005 y 2009, con Francisco Vázquez y Beatriz Escudero, respectivamente, como jefes de la oposición. «Pido trabajo, veremos el grado de implicación, en las dos oportunidades anteriores el grado de implicación fue cero, en este caso me temo que será menos cero, ojalá me equivoque», añadió.
De la comparecencia de Arahuetes quedó claro que, salvo sorpresa, se constituirán los grupos de trabajo, sobre asuntos aún por perfilar, aunque el PP ya ha puesto sobre la mesa cinco temas que, a su juicio, son merecedores del consenso. El alcalde cree que el número de temas a negociar puede ser mucho mayor. También es seguro que no participarán en ninguna de las mesas ni Postigo ni Arahuetes. Los miembros del equipo de Gobierno analizarán este lunes la propuesta del PP y acordarán una fórmula para el desarrollo de las conversaciones. En los días posteriores, seguramente la próxima semana, se producirá la entrevista del alcalde y Postigo para establecer el calendario de los encuentros y sus participantes.
Con independencia de lo que se trate en esta entrevista ‘cara a cara’, el alcalde ya dio ayer por hecho que se constituirán estas mesas de trabajo. Si el regidor quiere la constitución de estos grupos de trabajo es, según manifestó, porque «quiero demostrar que el PP no tiene nada que aportar». «Quiero que pasen de las palabras a los hechos», añadió Arahuetes, quien recalcó que los populares, hasta ahora, han «paralizado todos los proyectos que han podido» en el Ayuntamiento de Segovia; e incluso han apoyado otros, añadió, en otros municipios, caso del Palacio de Congresos en Palazuelos, financiado por la Junta y capitaneado por la Diputación. «Demostraremos con estas mesas qué es lo que puede aportar el PP, además de buenas palabras (…) si aportan algo lo diremos, pero vamos a hacer que trabajen para que se demuestre si tienen interés o no», agregó.
El alcalde avisó que en estas mesas de trabajo no se tratará de que el Gobierno municipal facilite información a la oposición, sino que el objetivo será «que se impliquen en esos proyectos y que, al mismo tiempo, impliquen a las instituciones donde ellos gobiernan». En este sentido, el alcalde puso como ejemplo la necesidad de que el Ejecutivo de la Junta de Castilla y León respalde proyectos como la cesión y arreglo de las travesías, o la construcción de la nueva estación de autobuses de Segovia y del Palacio de Congresos.
Arahuetes también hizo referencia a que Postigo ha asegurado que no participará como interlocutor en ninguna de las mesas de trabajo, sino que serán otros miembros del grupo popular. A juicio del alcalde, el portavoz del PP «ha dado un paso atrás», lo que supone «facilitar el trabajo de esos grupos de trabajo, nada más». «Ya dije que era un error que quisiera participar, no goza de la confianza de los concejales del equipo de Gobierno y así es difícil trabajar, me alegro que se haya excluído», confesó.
El alcalde recibirá a Postigo porque «yo no soy como ellos», dijo, tras indicar que lleva más de dos años esperando que el presidente de la Junta le reciba y más de seis a que responda a una petición similar el consejero de Fomento, al margen de que el secretario de Estado de Infraestructuras aún no ha respondido, después de tres meses, a una petición de reunión para analizar la paralización de las obras del CAT.
Arahuetes eludió pronunciarse sobre los temas que quiere abordar el PP, aunque ironizó con el hecho de que son los temas que «interesan» a los concejales del PP «que hablan en los plenos». «El PP tiene tres miembros -en alusión a Postigo, Garvía y Folgado-, nosotros somos 12, veo difícil que se convoquen diez o doce mesas de trabajo», añadió.
Arahuetes admitió que la crispación es moneda común en los plenos. «Nosotros debatimos todos los temas, pero al final nos tenemos que defender de insultos y descalificaciones, lo siento mucho pero no nos podemos callar, al final los concejales y el alcalde estallamos ante tanto agravio, como ocurrió en el último pleno», indicó.
En este punto, el alcalde hizo referencia a la frase que lanzó Juan Antonio Folgado —»que le aguante su madre»— y cómo el concejal popular aún no se ha disculpado y solo ha tratado de justificar su reacción. «Si se meten con la madre de uno, que se pongan en mi caso, dice que lo dijo entredientes y resulta que ocupó tres titulares de prensa, dice que fue un calentón y lo quita importancia (…) los debates son los debates, incluso las injurias son personales, pero la familia no, ni entredientes ni calentones y con mi madre menos», subrayó Arahuetes, quien aseguró que esta aún esperando una disculpa de Folgado en forma de carta, llamada telefónica o mensaje.
