Hace ahora tres años, el que fuera «mano derecha» del alcalde, Pedro Arahuetes, el concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, Juan Cruz Aragoneses, presentó su dimisión y se retiró de la primera línea de la vida política. Aragoneses, que era también el portavoz municipal del grupo del PSOE, renunció tras verse envuelto en un escándalo por la presunta reforma irregular de una vivienda, promovida por su expareja, en unos terrenos propiedad de ambos, junto al monasterio de San Vicente el Real. La denuncia tenía olor a vendetta, pues no en vano fue presentada por el arquitecto y aparejador de los ‘miniapartamentos’ ilegales del Eresma, con quienes el Ayuntamiento libraba por aquel entonces una dura batalla en los tribunales.
Después de tres años de investigación, los tribunales han concluido que Aragoneses no cometió ningún delito urbanístico, si bien el último auto judicial, emitido el pasado viernes y que desveló EL ADELANTADO, ordenando el archivo del procedimiento penal, puede ser aún recurrido por los denunciantes. Al existir dos autos similares dictados por dos jueces distintos, en el lapso de un año, todo indica que el posible recurso de reforma o apelación ante la Audiencia Provincial tiene pocos visos de prosperar, según han explicado fuentes judiciales consultadas por este periódico.
Practicadas todas las pruebas y peritajes pendientes y solicitados por el fiscal, y con los informes del Ayuntamiento y de la Comisión de Patrimonio, el último auto, suscrito por el juez Moisés Gillamón, subraya que las obras no habían alterado ninguno de los bienes jurídicos protegidos, como la cacera de regantes de Enrique IV, el monasterio de San Antonio El Real y su entorno, declarado BIC, y las vistas protegidas del Alcázar, de la Alameda del Parral y del arbolado del entorno de Segovia.
Aragoneses aseguró ayer, en declaraciones a este diario, que dimitió en julio de 2010 «por coherencia personal y política» , por unos hechos «ajenos a mi voluntad» y para «poder defenderme sin perjudicar al equipo de Gobierno». Afirma, además, que desde que se conociera el último auto exculpatorio han sido «muchísimas las muestras de cariño» que ha recibido. «La gente me para por la calle para felicitarme, este cariño le he notado también en los últimos tres años», dice Aragoneses, quien asegura además que no guarda rencor a quienes le denunciaron, con independencia de que su abogado defensor encuentra suficientes argumentos para presentar una querella contra ellos por denuncia falsa y tentativa de estafa procesal.
Tras su dimisión, Aragoneses regresó a su puesto de funcionario en la Dirección Provincial de Educación de la Junta, aunque siempre atento, según confiesa, a la actualidad de la política municipal. Afirma que durante estos tres años «nunca he estado fuera de la política», en referencia a que forma parte del Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE, como responsable de la Secretaría de Educación, Formación Estudios y Programas. Si bien, según admite a continuación, en un «ámbito distinto», sin la relevancia, protagonismo y responsabilidad que atesoraba en el equipo de Gobierno de Arahuetes. Aragoneses confiesa que «ahora estoy feliz en el trabajo que desarrollo» y «no me planteo volver a la primera línea de la política»; esto es, hoy por hoy, el que fuera ‘numero dos’ del Ayuntamiento de Segovia confiesa que no tiene aspiraciones de formar parte de una lista electoral para, por ejemplo, regresar como concejal al consistorio. «No voy a cambiar mi vida, voy a seguir en la misma línea, ayudando en lo que pueda a mis compañeros y trabajando, hoy por hoy, no me atrae dedicarme en exclusiva a la política», afirma.
Vía administrativa
El que fuera portavoz municipal del PSOE es consciente de que, aunque los tribunales archiven de forma definitiva el procedimiento penal, aún quedarían por resolver los expedientes administrativos, de reposición de la legalidad y sancionador, que tramita el Ayuntamiento. El consistorio deberá determinar si el proyecto de reforma de la casa se ajusta a la licencia o, por el contrario, hubo un aumento irregular de volumen. «Es un tema técnico y estoy seguro que se resolverá», dice Aragoneses. Aunque la propiedad del terreno sobre el que se asienta la vivienda es compartida, la promotora de las obras es su expareja, Felisa Torrego, que será ahora quien deberá presentar los nuevos proyectos que permitan, en su caso, legalizar la vivienda conforme al Plan Especial de San Lorenzo, Valle del Eresma y San Marcos.
