El cambio de hora ha permitido que los vecinos que aplauden todos los días a las ocho de la tarde a sanitarios y otros colectivos que luchan por parar la enfermedad del Covid-19 puedan verse con mayor claridad, con luz natural, una novedad bien recibida en una ciudad con miedo al coronovirus y donde la mayoría sigue confinada en sus casas, de las que solo salen para las tareas más básicas como hacer compras o ir a la farmacia.
Aplaudir en compañía desde ventanas y balcones se ha convertido así en un ejercicio catártico para muchos ciudadanos.
Otras iniciativas como la que para ayer domingo se había propuesto de redes sociales de salir a las nueve de la noche con velas encendidas, también a ventanas, balcones y terrazas, en un minuto de silencio por los fallecidos en esta pandemia, tuvo poco seguimiento en Segovia, aunque algunos prefirieron hacerlo en la intimidad de sus casas.
