El sí a las reformas constitucionales en Marruecos arrasó. Los pronósticos no fallaron y los ciudadanos magrebíes secundaron firmemente la nueva Carta Magna. La consulta popular, en lo que fue el primer referéndum desde que el rey Mohamed VI accediera al trono en 1999 y el décimo en la historia del país, registró un 98,5 por ciento de apoyo a las modificaciones del texto, según los últimos datos provisionales ofrecidos ayer por el ministro del Interior, Taieb Cherkaui.
El recuento provisional apunta que 9.653.492 votantes defendieron el recorte de poderes del monarca para cederlos al Gobierno, mientras que 146.718 electores lo rechazaron, es decir un 1,5 por ciento de votantes.
El índice de participación fue del 73,46 por ciento, de un sufragio que contabilizaba 13.451.404 personas. Por su parte, la Coalición por una Monarquía Parlamentaria Ahora (Cmpa) señaló que en Marruecos existen 23 millones de ciudadanos en edad de voto. Estos datos se basan en las cifras recogidas en los 39.969 colegios electorales habilitados en Marruecos y en el territorio del Sáhara Occidental administrado por este país. Además, en la región de Rabat, que incluye la capital marroquí y otras localidades, la cifra de participación llegó a un 72,39 por ciento. Mientras, la menor afluencia se registró en Casablanca donde un 57,17 por ciento acudió a las urnas.
Por su parte, los ciudadanos originarios del reino alauí y residentes en España siguieron votando ayer, por segundo día, en las urnas instaladas en más de medio centenar de ciudades de toda la Península para pronunciarse a favor o en contra de las reformas. La comunidad musulmana dispondrá hasta hoy para depositar la papeleta en las cajas de cristal.
Satisfacción
Asimismo, los principales partidos políticos marroquíes expresaron ayer su satisfacción por los resultados del referéndum constitucional. El dirigente de la Unión Socialista de las Fuerzas Populares (USFP), Saúd Atlasi, señaló que «se trata de un comienzo nuevo y la Constitución profundizará en la democratización del Estado y de la sociedad». Por su parte, el Movimiento 20 de Febrero, impulsor de las protestas a favor de un profundo cambio político, llamó al boicot de esta consulta popular, pero no a votar en contra de la nueva ley fundamental. Mientras, el presidente del grupo parlamentario del partido islamista Justicia y Caridad (PJD), Lahsen Daudi, aseguró que el hecho de que «los marroquíes acudieran de forma multitudinaria a la urnas demuestra su gran madurez política. No obstante, el líder del Partido Socialista Unificado, Mohamed Mujahid, manifestó su protesta de que hay «7.000.000 de ciudadanos que no han participado porque no han sido matriculados en las listas electorales».
