Ahmed Chelh, el presunto asesino de la joven Eva Blanco en Algete en 1997, fue encontrado muerto en su celda. Al parecer, el acusado se habría ahorcado con los cordones de sus zapatillas, pero las autoridades procedieron a la apertura de una vía de investigación para averiguar las causas del suicidio.
Desde que entró en la cárcel y hasta el pasado 16 de diciembre, Chelh estuvo recluido bajo un protocolo de prevención de suicidios. Asimismo, hasta el pasado 8 de enero, el acusado estuvo en todo momento acompañado en su celda.
A partir de esa fecha, en virtud del pronóstico de los psiquiatras y psicólogos, se consideró que se le podía dejar solo, como él había pedido, tras haber pasado los controles a los que le sometieron los profesionales de la prisión.
El pasado 15 de enero Ahmed Chelh declaró ante la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz y reiteró que dos personas le obligaron a subir a un coche donde estaba retenida la víctima y que le obligaron a eyacular sobre la misma a punta de navaja.
El que era hasta el momento único imputado por la muerte de la joven en el año 1997, declaraba a petición del letrado del acusado, después de que se negase a hacerlo en sede judicial cuando fue puesto a disposición de la juez por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras su detención en Francia.
En el curso de una hora, se ratificó en la declaración que prestó ante el fiscal francés y en presencia de su abogado y mantuvo que dos personas le obligaron a subir a un coche donde mantenían retenida a Eva Blanco.
Estos desconocidos, insistió, a punta de navaja, le obligaron a eyacular sobre la joven, si bien, en ningún caso, hubo penetración por su parte. A la pregunta de por qué entonces se encontraron restos biológicos suyos en el interior de Eva, el imputado no supo dar una respuesta.
La instrucción, después de que la jueza aceptase la comparecencia de declaración del acusado y rechazara la solicitud de varias testificales, estaba a la espera de su conclusión en transformación a sumario.
Ahmed Chelh fue detenido en Francia el pasado mes de octubre y estaba imputado por la supuesta comisión de los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.
El presunto asesino de Eva Blanco se había integrado bien en la cárcel y no adoptó comportamientos extraños en las últimas semanas que denotaran que podía suicidarse, según indicaron funcionarios del propio centro.
Así, el preso hacía una vida normal como interno del Módulo de Ingresos, el más tranquilo de la prisión de Alcalá Meco, en el que se encontraba desde principios del pasado mes de octubre, tras ser detenido en Francia.
El presunto asesino cumplía los horarios del centro sin quejarse, no tenía conflictos, mantenía buenas relaciones con los otros internos y se había integrado bien, según los funcionarios del centro penitenciario.
A consecuencia del suicidio, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz remitió un escrito al Centro Penitenciario Madrid II para que este informase “de manera más detallada” de las circunstancias del fallecimiento del acusado, así como del cumplimiento del Protocolo de Prevención de Suicidios.
