El 18 de julio, Antonia Bazán López disfrutaba en las playas algecireñasde Getares de un apacible día de descanso en el puente festivo de la Virgen del Carmen, de quien se confiesa devota. A 750 kilómetros de distancia, su vehículo, un Volkswagen Polo, recibía una sanción por estacionar dentro de la calzada en una vía interurbana en el kilómetro 67,700 de la carretera CL-603 que une Segovia y Aranda de Duero (Burgos).
Esta rara paradoja espacio-temporal, difícilmente explicable, se ha concretado el pasado mes de noviembre, cuando a su domicilio en Algeciras (Cádiz) llegaba una notificación de la Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia en la que le informaba sobre la sanción , que acarrea una multa de 90 euros.
La carta produjo en la denunciada una mezcla de “perplejidad e indignación”, ya que Toñi —como así es conocida por familiares y amigos— nunca ha visitado Segovia ni siquiera ha pisado la comunidad autónoma de Castilla y León.
Tras la sorpresa, la denunciada requirió la ayuda de su tío, sargento de la Policía Local de Algeciras, mediante el cual confirmaron la veracidad de la sanción y se pusieron en contacto con la Jefatura de Tráfico de Segovia para intentar aclarar lo que a todas luces parecía un error.
Posteriormente, enviaron un primer pliego de descargos a la jefatura de Segovia para atestiguar que nunca estuvo en Segovia en la fecha en la que se le impuso la sanción, y para solicitar pruebas fotográficas de que el vehículo denunciado corresponde al de su propiedad.
“Después de mandar el pliego, hace pocos días he recibido uan carta desde la Unidad de Sanc iones de la Jefatura Provincial, donde me dicen que si quieron ver el atestado de denuncia tenía que presentarme en Segovia —explica Bazán— lo cual me parece un despropósito absoluto”.
Toñi Bazán asegura no estar dispuesta a pagar la multa y ha enviado una nueva carta a la Jefatura Provincial, aunque no confía demasiado en que pueda dar los resultados apetecidos.
“La verdad es que únicamente me queda exponer el caso ante los medios de comunicación —ya ha salido en algún periódico local de Algeciras— y estoy dispuesta a llegar a donde sea para defenderme de esta injusticia”.
Pese a este inconveniente, la denunciada no pierde el humor y asegura con ironía que “mi coche tiene 12 años y si no está siquiera para salir de la provincia, menos para emprender un viaje a Segovia”. Además, reconoce que estos días en los que Segovia ha salido en los telediarios por el frío y la nieve “me ponía de mal humor recordando una multa injusta que me han puesto en una provincia donde nunca he estado”.