Segovia sirve para todo. Pero a ella la sirven poco. Casi sería más acertado decir que la ignoran y, a la vez, la usan a su conveniencia. No hace falta decirlo, en Segovia se sabe muy bien.
Por ejemplo ahora se acaba de constituir el Gobierno de la Comunidad castellana a la que pertenece. El excelentísimo señor don Alfonso Fernández Mañueco, que la preside, acaba de hacer público el nombre de las personas que van a gobernar con él. De ello sale también su origen.
De ese Gobierno tenemos un somero conocimiento, derivado del entusiasmo de su presidente al presentarlos con motivo de su toma de posesión. Por ello, aparte de darle las gracias al señor Presidente, me gustaría recordarle sus frecuentes visitas, previas a las elecciones, a esta nuestra provincia. Evidentemente se granjeó nuestras simpatías. Pero quiero, también, traer a su memoria que toda tierra tiene sus reivindicaciones propias y que no deben ser arrinconadas.
Coincidiendo con él en su preocupación por el futuro, nos atrevemos a recordar la necesaria y urgente puesta en marcha de planes concretos para la repoblación. Y si bien esto es general en toda Castilla y hasta en Europa, no queremos olvidar aquí que repoblar no se hace sin planes serios, con estudios previos quizás ya iniciados y con su ejecución. Y aquí quería yo llegar: quien mejor conoce los problemas de casa es quien en ella vive.
Pero, mira por cuanto, Segovia, otra vez (¿cuantas van ya ?) se siente de nuevo despreciada?, ignorada?, o algo parecido que según los psicólogos es una intensa sensación de falta de respeto, reconocimiento o aversión, en este caso desde la Junta que el señor Fernández Mañueco preside y de la que Segovia, recordémoslo, metida a la fuerza, forma parte.
No se entiende muy bien que de los nueve miembros que forman la mesa y que el Presidente ha elegido para su Gobierno ( oh ha tenido que aceptar por convenio político) uno sea de Salamanca, el mismo Presidente, dos de Valladolid,, uno de Burgos, otro de Palencia, hay uno de Ávila (la provincia hermana de Segovia), León también ocupa un lugar en ese Gobierno para los próximos cuatro años vitales para resolver temas muy difíciles, para todos, pero para Segovia puede que decisivos para su desarrollo. Siguiendo con los miembros del Gobierno de la Junta vemos que hay dos que son zamoranos, otra de Soria y hasta uno de Valdepeñas, que cae un poco más al sur.
Y Segovia, señor Presidente, es que no hay entre todos sus habitantes ni una, ni uno que le pueda echar una mano en sus tareas?. Recuerde, porque saberlo lo sabe, que Segovia también existe y que no es la última en aportar a la Comunidad y que para los próximos cuatro años habrá ideas, planes y programas interesantes y hasta importantes que, acaso, pueden nacer de la sociedad civil cansada de la inoperatividad de los que tienen la obligación de plantearlos, para apostar y apoyar el mejor desarrollo que Castilla y L. necesita.
Hay temas latentes necesitados de atención y de recursos, pero sin una voz, de quien los vive en directo, difícilmente llegarán a la mesa de decisiones. Y, si llegan, no deberán dormir el sueño de los justos en los cajones por que habrá alguien que quiera airearlos, moverlos, resolverlos. Sé que esto tiene fácil réplica, pero también, por no cansar, hay muchos más argumentos que, por ahora, se quedan en el silencio.
En varias ocasiones hemos pedido a los responsables de gobiernos anteriores en la Comunidad una puesta en común y pública sobre cómo se han utilizado los recurso de aquí, o de Bruselas, en cada una de las demarcaciones provinciales de la Comunidad, al menos desde que Segovia fue metida en ella. Nunca tuvimos respuesta y ya sabemos que no la tendremos, lo que desvirtuaría sus deseo, públicamente manifestado de que los nuevos consejeros “estén cercanos a la gete” según sus propias palabras.
El tiempo dará la razón con los hechos. Hoy nos conformamos, haciendo real esa cercanía, el comunicarle el malestar de los segovianos por ser la única excluida del gobierno de su propia gente.
Para lo que sí sirve Segovia es para recibir en su censo a un vasco necesitado de empadronamiento. No le parece paradójico, señor Presidente, que se nos ignore para el autogobierno y que se nos utilice, al mismo tiempo, para alcanzar una representación en el Senado. Bienvenido sea. Pero, nos preguntamos, por qué no se ha empadronado en Valladolid, por ejemplo, que es mucho más grande y es mucho más importante, a la hora de disponer de recursos.
En todo caso, Señor Presidente de Castilla y L. Segovia sirve para todo, pero a Ella la sirven poco.
