Pasaban pocos minutos de las diez y media de la mañana, y en la pista del Frontón Segovia (menos helado que de costumbre, pero donde suele ser necesario un abrigo durante diez meses al año) ya se encontraban cerca de setenta niños y niñas que, acompañados por sus monitores y con jóvenes árbitros dispuestos a dirigir, y nunca mejor dicho, los encuentros, disfrutaban del deporte del baloncesto. En la grada, tantos familiares (o más) como chicos en la cancha, pero sin el ambiente competitivo de otros deportes. Ni un “¡a por ellos!”, ni un bombo… solo padres y familiares de los chicos pasando la mañana viendo a sus herederos practicar el deporte que les gusta. Que seguro que tienen más, pero el de los sábados por la mañana es el baloncesto.
La Liga Avispa Calixta que camina con paso firme hacia las dos décadas de vida ha conseguido no sólo hacerse con un importante hueco en la vida deportiva de la ciudad, sino también poco a poco ir rebajando los rasgos competitivos que en edades de formación deberían ser más bien escasos en favor precisamente de la formación y el aprendizaje a través de la diversión. No pocos de los jugadores que ahora destacan en el baloncesto segoviano comenzaron anotando sus primeras canastas en la ‘Avispa’.
La pista del Frontón Segovia ha sido la sede habitual de la competición en la matinal de los sábados
Con la UDS como precursora de la idea, el CD Base asumió posteriormente la organización de esta original liga, y junto con el Instituto Municipal de Deportes y la Fundación Caja Rural ha ido consolidando su actividad, que durante el curso 22/23 ha contado con la presencia de 26 equipos y casi tres centenares de jóvenes jugadores de categoría baby y benjamín, llegados tanto de colegios de la capital como el Claret, el Diego de Colmenares, la Aneja o Maristas, como de la provincia (Valverde del Majano, Cuéllar, La Lastrilla y Palazuelos), sin olvidar a clubes que trabajan las categorías de formación como el Independiente o el Eufón Cuéllar.
Los equipos, mixtos. Las canastas de minibasket y el balón pequeó. Las reglas, lo más laxas posible para que los partidos no se conviertan en un concurso de pitidos. El resto lo han venido poniendo durante varios meses los niños y niñas que con británica puntualidad han venido ocupando la pista del Frontón Segovia para jugar una Liga que en la mañana de ayer celebró su jornada final, con los últimos partidos y la entrega de premios para todos los participantes. Teniendo en cuenta el grado de aceptación que tiene esta original competición, a la que solamente la pandemia pudo parar, con seguridad volverá para el curso 23/24.
