El Castillo de Cuéllar vuelve a ser el escenario de las visitas llegada la temporada de otoño-invierno. Tras la veraniega de visitas teatralizadas por las calles y rincones más emblemáticos de la localidad, es momento de dar refugio a los visitantes en la fortaleza. Este fin de semana se estrenaba ‘Castillo de ánimas’, una nueva visita teatralizada que solo será posible disfrutar hasta mediados de diciembre. Se trata de una obra “de transición” hasta que se estrene “Los Cuervo”, la siguiente que el elenco de actores ya tiene preparada.
La edil de Turismo, Maite Sánchez, relacionó la obra de ánimas con el otoño, “momento en que las cosas mueren”, y con el cariz diferente que se pretende dar al Castillo este mes. Esta obra entre la anterior y el siguiente estreno tiene el objetivo de que los visitantes “puedan repetir más a menudo”; el objetivo es que cambiando de obra se atraiga a los turistas con más frecuencia, “y no cada dos años como ocurría antes”.
Otro de los objetivos que explicó la concejal y que se ha marcado en la obra es que los distintos personajes rescatados, todos ligados estrechamente a la historia de Cuéllar, hablan de lugares y monumentos de la villa para animar a los turistas a que después puedan visitarlos. La concejal quiso hacer hincapié en que no se trata de una obra de miedo, “simplemente los fantasmas del Castillo reaparecen, pero no es una cuestión de terror, nada que ver, solo hablamos del pasado y sus personajes, la muerte en otoño”. La propuesta, remarcó, es para todos los públicos, de 0 a 99 años.
En esta ocasión, los textos son de todos los actores participantes; cada uno ha investigado sobre el que interpreta para desarrollarlo después en común. Aurora Mayo, Sergio Caminero, Blanca Izquierdo y Diego Baeza son los encargados de devolver a la vida a cuatro personajes, todos en tono de humor y en una dinámica obra que se extiende poco más de una hora recorriendo todos los rincones del Castillo.
Ánimas con historia
La visita comienza en un paseo por la liza y será una mujer la que guíe a los turistas por la parte exterior del Castillo. En el papel de manceba que cayó despeñada hasta la propia liza, se encontrará con el profesor Hernán López de Yanguas en el granero, ya en el interior de la fortaleza. El sarcasmo y la interacción con los asistentes está presente desde el inicio de la visita, con especial protagonismo para los niños en las “clases de historia nobiliaria” que Yanguas ofrece con mucho humor.
La mazmorra o la capilla son las siguientes zonas a visitar, hasta que el fantasma de Isabel de Zuazo se hace presente, con sus bulas bajo el brazo y emplazando al turista a una visita a San Esteban para contemplar “una maravilla de sepulcros”. La sala de las damas lleva al torreón, donde la historia más reciente del Castillo toma el protagonismo. Después de la parte histórica más antigua llega la más reciente, cuando la fortaleza fue un hospital para tuberculosos y prisión. Uno de sus prisioneros, que murió abatido en una fuga, se mostrará más vivo que nunca -incluso guitarra en mano- para explicar la última parte del recorrido. López de Yanguas y este prisionero se unen para despedir al turista en el Patio de Armas, con unas últimas nociones camufladas entre bromas que dinamizan toda la obra.
El estreno contó con público venido desde Guadalajara, Salamanca, Cáceres, Madrid y Valladolid, y ya cosechó su primer éxito. Para reservar la visita es necesario llamar a la Oficina de Turismo de Cuéllar, al 921 14 22 03.
