Todo el mundo sabe que la eutanasia consiste en quitar (matar) la vida a una persona o a un ser que tiene síntomas de sufrimiento. Si ves a un paciente en el hospital supones que está sufriendo aunque ignoras si tiene dolor. Sin embargo, hay pacientes que tienen dolor pero no sufrimiento porque han asumido el dolor y a la inversa. Los psicólogos dicen que el dolor se puede eliminar con medicinas o asumiéndolo. Para asumirlo existen los cuidados paliativos.
¿Que son los cuidados paliativos? son cuidados prestados por personas entendidas o cercanas al enfermo, normalmente familiares, que bien con medicinas o con el cariño y cercanía les ayudan a llevar la enfermedad, es decir, a hacer propia o a asumir su enfermedad o su limitación física o psíquica.
Cuando veo en el parlamento y contemplo por la calle a alguien con discapacidades en silla de ruedas me pregunto ¿tendrá dolores? ¿los podré ayudar? pero inmediatamente recuerdo a mis amigos y conocidos de la FRATER y respondo: es posible que tengan dolores pero han asumido su situación y son tan felices como otras personas que caminan por su propio pié.
Si tuviera que compartir mi cercanía con los miembros de la FRATER para aliviar sus dolores de forma que asuman su situación, lo haría. De ninguna manera les quitaría del medio aunque su imagen me dijera que están sufriendo. Los cuidados paliativos consisten en ayudar a un enfermo terminal a asumir poco a poco su situación y ayudarle a bien morir. Sin embargo, la eutanasia consiste en eliminar a una persona para que no sufra.
La eutanasia, tal como se presenta en España, nos planta el origen de la violencia y del nazismo. Konrad Lorenz, discípulo de Darwin, desarrolla una concepción de la violencia como mal partiendo exclusivamente del comportamiento animal. Los eutanásicos progresistas tratan al hombre incluso peor que a un animal: son evolucionistas y piensan que el hombre es un peldaño más en la evolución de las especies.
Este autor demuestra que en el mundo animal la violencia es necesaria y positiva para vivir y para mantener la especie. La agresión contra la propia especie es menos comprensible pero también es positiva para la conservación de la misma especie ya que elimina los miembros más débiles.
Lo mismo que sucede en una empresa que comercia con animales, donde se trata de perfeccionar esa especie animal para ser más productivos eliminando a los miembros de esa ganadería que son más débiles y de seleccionar los más perfectos para producir más o gastar menos, es lo que hacen los eutanásicos con el hombre enfermo o que ya no produce: sufren, gastan mucho y hay que dejar camas para los miembros de la especie que son más jóvenes y pueden producir más.
Según este autor, la violencia eutanásica consistiría en una agresión no provocada al enfermo por una reacción externa sino como un instinto espontáneo y una energía presente en todo ser viviente que, bajo el paraguas del amor, se le hace a alguien que no se vale por sí mismo. Esta agresión eutanásica al enfermo no es considerada mala por ellos y sin embargo presenta un destino inevitable.
Los seguidores de la ideología de este autor terminaron poniendo en práctica el nazismo. La raza aria era considerada por ellos más perfecta y como consecuencia había que privilegiarla eliminando a los menos perfectos, entre ellos a los judíos.
El humanismo cristiano quiere apostar por ayudar al enfermo terminal a tener una muerte digna o con palabras tradicionales «una buena muerte». Para ello, ha escogido el camino de los cuidados paliativos, es decir, estar cercano al enfermo para ayudarle a morir en el momento oportuno, ni antes con la eutanasia ni después con el ensañamiento terapéutico.
Jesús de Nazaret enseñó a cuidar al enfermo y a curar a todo tipo de enfermo. Ante las palabras de Echenique en el parlamento con las que confunde lo blanco con lo negro o identifica el amor a un enfermo con quitarle la vida, hay que recordar que un creyente apuesta por la vida y el cuidado del débil y no por la muerte. En todo caso, lo que él o su partido decidan afectará profundamente a todos los miembros de su misma especie.
