El luxemburgués Andy Schleck (Leopard) conquistó en solitario la cima del Galibier, por primera vez en la historia meta del Tour de Francia, en una jornada en la que el francés Thomas Voeckler conservó el maillot amarillo por 15 segundos y Alberto Contador quedó eliminado en la lucha por conquistar su cuarto título.
La etapa reina de los Alpes, disputada entre Pinerolo y la cima del Galibier, de 200,5 kilómetros, fue una exhibición de ciclista de Luxemburgo, que firmó una hazaña a la antigua usanza, con un ataque lejano que causó un vuelco en la general y eliminó a los españoles Contador y Samuel Sánchez, perdedores en la partida que libró el pequeño de los hermanos Schleck contra todo el grupo de favoritos.
Andy, de 26 años y dos veces segundo en el Tour, apostó todo a una carta y salió reforzado para optar a lo más alto del podio en París, aunque aún deberá completar la faena en Alpe D’Huez si quiere alejar a Cadel Evans con vistas a la contrarreloj del sábado. El australiano es ahora su rival y le tiene a 57 segundos. El ciclista ‘aussie’ salvó los muebles y tiene el Tour a tiro.
Fue un trabajo de estrategia del Leopard. Primero incrustó dos hombres en la escapada de 14 corredores que se formó camino del primer puerto, el Agnel, techo del Tour con 2.774 metros. Eran el belga Monfort y el holandés Posthuma, que cumplirían su función de esperar a su líder más adelante.
Andy Schleck mandó un silbido a su compañero Jens Voigt a mitad del ascenso del Izoard, a 62 kilómetros de meta. Era la señal del asalto que le llevaría hasta la gloria. No hubo respuesta alguna de sus rivales, que iban mirándose, comprobando cómo la etapa se les iba de las manos.
El valiente corredor luxemburgués coronó el puerto a 1.50 del kazako Iglinsky, que marchaba escapado y con 2,15 minutos de adelanto respecto al grupo de Contador. El madrileño ya daba muestras de debilidad. Bajó al coche del médico en dos ocasiones y se le vio en posiciones que no son habituales en él, perdido en ocasiones en cola de grupo, con escasa chispa, sin piernas desde el principio.
Monfort esperó a Schlek en el descenso del Izoard y entre los dos alcanzaron a los últimos componentes de la fuga, donde estaban el irlandés Nicolas Roche, el belga Devenyns y el ruso Silin. Andy, siempre ambicioso, tiró del grupo hasta que decidió marcharse en solitario en el Galibier, a ocho kilómetros de la línea de llegada.
Con un retraso de 4.24 a 10 kilómetros de meta, Cadel Evans tomó las riendas en la persecución. Era el más interesado en dar la cara, pues se le marchaba el Tour. Maniobra tardía pero salvadora, pues al final el destrozo no fue definitivo para el australiano, que mira con esperanza la contrarreloj del sábado en Grenoble.
Andy concretó la gesta eufórico en el Galibier, el coloso alpino que cumple 100 años desde la primera conquista en 1911 a cargo del francés Emile Georget. Era su tercera victoria en el Tour. El año pasado ya triunfó en otra cima mítica, el Tourmalet.
La fiesta de los Schleck se amplió con la segunda plaza de Frank, que pasó por delante del furgón de candidatos. Evans cruzó a 2.15 y Voeckler, heroico, salvó el maillot amarillo por 15 segundos. Contador perdió el tren a 1,9 kilómetros de meta. Ya no pudo aguantar y llegó a 3.50 minutos.
Algo parecido le ocurrió a Samuel Sánchez. El líder del Euskaltel cedió 4.41, y también se refirió a «las ilusiones que se marchan».
Hubo palabras de reconocimiento y parabienes para Andy Schleck, que saldrá a buscar el amarillo en otra cima mítica como la del Alpe D’Huez. Hasta Eddy Merckx se quitó el sombrero ante Andy. El legendario ‘Caníbal’ se refirió a «una gesta de las que hacen grande el ciclismo, de las que son siempre recordadas».
«No quiero ser cuarto», recordó Andy Schleck. Es segundo en la general a 15 segundos de Voeckler, quien se dejó el alma en el puerto del Galibier para estar de nuevo con los mejores. Tercero es Frank Schleck a 1.08.
Alberto Contador, desde la séptima plaza, se despidió del proyecto de alcanzar su cuarto Tour. Lejos de su mejor forma, se encuentra a 4.29 de Andy y 3.32 de Evans. El Galibier hundió al ciclista de Pinto. «La victoria ya está imposible», reconoció en meta.
La decimonovena etapa se disputará entre Mosane Valfrejús y Alpe D’Huez, de 109 kilómetros. Después de tres años de ausencia vuelve la mítica cima alpina, un día después del estreno del Galibier como meta y con muchas opciones de convertirse en el juez de la carrera.
Duelo cerrado
La gesta de Schleck en el Galibier le sitúa como el máximo favorito a falta de dos etapas para el paseo en los Campos Elíseos, con el australiano Cadel Evans como principal candidato a ‘robarle’ la victoria.
Será un duelo entre dos ciclistas que acumulan dos segundos puestos en el Tour, que nunca han ganado una grande, una pelea entre la experiencia australiana y la frescura luxemburguesa.
Por delante, 57 segundos entre ambos y dos etapas, una de alta montaña y una contrarreloj, un cartucho para cada ciclista.
