Los aficionados de La Granja, que no pudieron acudir ayer a ver a su equipo por el nuevo toque de queda, se ahorraron un disgusto nocturno en El Hospital. Ricardo de Andrés buscó con ambición la victoria en un partido que tuvo suspense hasta el final. No quería perder tiempo y aprovechaba las sustituciones del Numancia B para realizar las suyas. Pero el deseo no tuvo final feliz. Dani Lázaro no pudo cortar una contra soriana que Ebri condujo para dar el pase de la muerte a Pablo, que remachó a tres minutos del final y heló los corazones granjeños.

Los locales llevaron al césped el partido que les interesaba. El problema del fútbol es que ello no se traduce necesariamente en puntos. Ricardo apostó por presionar la salida de balón de un filial que gusta del toque. Y lo hizo sin poner en riesgo la retaguardia en la transición. La Granja consiguió inquietar al Numancia sin descoserse atrás. Y fue poco a poco inclinando el terreno a su favor.

Con el campo en mejores condiciones de lo que anunciaba la ingente nieve que aún se acumulaba en los laterales, Ayoub se convirtió en el jugador llamado a romper cualquier tregua. Marcaba diferencias en cuanto el balón se posaba ante sus pies con campo por delante. No tardaron en llegar las primeras discusiones en la zaga soriana después de que su primer centro desde la línea de fondo dejara a Cuadri con opciones de remachar la segunda jugada. No cogió portería.

Más replegado de lo que quisiera, el Numancia recurría a la verticalidad cuando llegaban las transiciones. Dani Fernández, su nueve móvil, era el origen de casi todas sus incursiones. Cometió algún error evitable La Granja concediendo faltas en el balcón del área, pero el cuadro soriano no supo sacar partido. Loren repelía un tiro directo escorado y sacaba la manopla para desviar un par de centros envenenados. Con Velasco y Alberto como torres, el juego aéreo local resistió el envite. La mejor opción local del primer acto llegó en un tiro raso de Fernández, aprovechando el repliegue de la zaga segoviana, que salió demasiado cruzado.

El partido amagaba con romperse entre transiciones. Ayoub generó un par de acciones que pudieron ser decisivas, pero le faltó pillería para vender la afrenta. Siempre tejiendo el peligro desde la banda derecha, caracoleó a dos rivales en los primeros metros del área y se fue al suelo. Sus compañeros lamentaron su honestidad: “¿Por qué se quiere levantar?” Quizás su intención de seguir en pie dio al colegiado la excusa de contener el silbato. Algo parecido ocurrió en una jugada posterior en las postrimerías del área; Ayoub acabó en el suelo tras una presunta zancadilla que no fue sancionada.

La nieve acumulada en El Hospital daba al Numancia más espacio para calentar que a La Granja, pues ambos debían hacerlo por la línea de fondo. Ambos equipos volvieron con ganas de vestuarios y un partido sin apenas tiros a puerta vivió dos en apenas unos segundos. En esas, David Sanz frenó con falta lo que era una contra de libro local y Lázaro tiró la falta posterior cerca de la escuadra. Ganaba metros el equipo Ricardo a la espera de acertar con el último pase. Lo pareció recibir Hamza, que embolsó el balón y se disponía a definir hasta que De Frutos salió de la nada con una plancha salvadora de esas que salvan puntos.

Con el paso de los minutos, el Numancia parecía más interesado en parar el juego, síntoma de que La Granja iba en la dirección correcta. Los locales empezaron a acumular córners, siempre con la miel en los labios, mientras Fernández bajaba cualquier balón suelto y daba aire a las camisetas rojas. El desenlace alternativo lo tuvo Velasco con un testarazo imponente que se estrelló contra el larguero. Se echaba las manos a la cabeza, metáfora de un equipo al que le faltó suerte pero nunca se queda corto de ambición.

Resultados de la jornada 13

BUPOLSA – BURGOS PROMESAS: 1-1
LA GRANJA – NUMANCIA B: 0-1
MIRANDÉS B – SEGOVIANA: APLAZADO
CEBREREÑA – ARANDINA: 3-2
ALMAZÁN – REAL ÁVILA: APLAZADO
DIOCESANOS – REAL BURGOS: APLAZADO

Clasificación