El secretario general de UGT, Josep María Álvarez, insistió de nuevo en su petición de derogar las reformas laborales de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, y reconoció que los sindicatos no supieron frenar la “ola de recortes”.
Álvarez supeditó la puesta en marcha de mecanismos eficaces contra la explotación de los trabajadores a la derogación de la reforma laboral y apostó por “restituir derechos y la legislación anterior”.
En concreto, explicó que, tras la derogación de la reforma laboral, se trabajaría para iniciar un proceso de negociación con las patronales que permita ir “a una legislación que se parezca más a la que hay en los países del centro y norte de Europa que a Marruecos”.
Asimismo, señaló que UGT propone para los parados de más de 55 años que puedan mantener el alta en la Seguridad Social con las cotizaciones anteriores, un salario mínimo interprofesional (SMI) hasta la edad de jubilación y, si encuentra trabajo, automáticamente puede salir de este sistema y volver a entrar si vuelve a perder el trabajo.
“Un país que no respeta a las personas que han cotizado durante más de 30 años, que han perdido el empleo por razones ajenas a su voluntad, es un país que no es digno”, apostilló Álvarez, quien planteó esa propuesta para los parados de más de 55 años al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en su reunión de la semana pasada.
El secretario general de UGT desde hace dos semanas, cuando fue elegido como sustituto de Cándido Méndez tras 22 años liderando el sindicato, defendió su carrera profesional ante las críticas de algunos internautas por sus 26 años al frente de UGT-Cataluña.
Con 60 años recién cumplidos, Álvarez señaló que lleva trabajando desde los 12 años y detalló que hace dos años fue incluido en un ERE de su empresa. “Estuve más de un año en el desempleo y en estos momentos vivo del acuerdo del ERE con un 85% del sueldo neto y un alta en la Seguridad Social con un convenio especial. Si me han elegido secretario general de UGT es porque creen que tengo conocimientos, experiencia y que vivo la realidad del día a día. Pero en todo caso eso el tiempo quitará y dará razón”, señaló.
De igual forma, Álvarez realizó autocrítica al asegurar que los sindicatos han perdido más credibilidad en la sociedad que en los centros de trabajo como consecuencia de los recortes. “Hemos hecho dos huelgas generales y miles de manifestaciones”, sin embargo, “tenemos que reconocer que los sindicatos no hemos sido capaces de parar la ola de recortes”, recalcó.
Por ello, subrayó que UGT tiene que actualizar su mensaje e incorporar a los nuevos sectores, ya que “en realidad son los que están pasando por una situación de temporalidad y salarios más bajos”, al tiempo que organizarlos en las empresas.
Por otra parte, Álvarez explicó que los sindicatos se financian en primer lugar por las cuotas de los afiliados en un 80% y con partidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
De igual forma, dijo no tener “ninguna previsión de despedir a nadie” al considerar que los ajustes de plantilla ya se han hecho en las diferentes organizaciones del sindicato. “El sindicato vive de los recursos que cobra en las cuotas de los afiliados y en consecuencia cuando baja la afiliación, cuando no hay recursos, las decisiones que toma las hace porque no tiene otra manera de poder solventar los problemas económicos”, concluyó Álvarez.
