El caos reinante en el Gran Premio de Europa, celebrado en el circuito urbano de Valencia, ha complicado la situación de Fernando Alonso (Ferrari) en el Mundial de Fórmula Uno, ya que ha visto cómo la distancia con el líder de la competición, el británico Lewis Hamilton (McLaren), ha crecido peligrosamente.
Al podio subió Sebastian Vettel como ganador, con los McLaren de Hamilton y Button como escoltas. El ‘cajón’ de los trofeos permaneció inmóvil después de que los jueces certificaron tres horas después la bandera a cuadros. Fue el punto final al mayor día de enfado de Fernando Alonso en lo que va de Mundial. Su objetivo voló por los aires tras la inesperada introducción en pista del coche de seguridad.
El piloto español, campeón del Mundo en 2005 y 2006, se fue de la capital levantina con un octavo puesto, después de una controvertida salida del ‘safety’ que dio al traste con el trabajo del asturiano y benefició a Hamilton pese a las irregularidades cometidas por el inglés.
Tras la novena prueba del campeonato, Alonso ocupa la quinta posición de la general de pilotos con 98 puntos, mientras que Hamilton suma ya 127, seis más que su inmediato perseguidor, el también británico y compañero de escudería Jenson Button (121).
Dice Fernando Alonso que al final de la temporada la buena y mala suerte se reparte por igual para todos, pero lo cierto es que el cupo de infortunios para el ovetense ha llegado al límite, puesto que el liderato del Mundial se ha alejado para él hasta los 29 puntos de distancia.
La salida del ‘safety’ en Valencia, motivada por el accidente del australiano Mark Webber, derivó en una serie de despropósitos que influyeron directamente en la actuación de Alonso, puesto que de su pugna con Hamilton por la segunda plaza pasó a estar en medio del tráfico en un circuito con pocas posibilidades para adelantar.
Los contratiempos en el trazado urbano se acumularon en contra del español, ya que si la salida del vehículo afectó directamente a Alonso, las sanciones posteriores a los monoplazas que infringieron las normas durante la estancia en pista del ‘safety’ tampoco le ayudaron a recuperar el terreno perdido por su escasa fortuna en la prueba.
Así, con ese panorama, Alonso y Ferrari no pudieron sacar provecho de la mejoría de las prestaciones experimentadas por el F10 en el Gran Premio de Europa, después de que en las últimas carreras había dado muestras de una clara inferioridad con respecto a McLaren, dominador del campeonato mundial con Hamilton y Button, y Red Bull.
Aunque en la sesión de calificación de Valencia, Alonso solo pudo ser cuarto, las diferencias entre los monoplazas en la jornada del sábado se acortaron, especialmente con McLaren, y ya en la carrera el podio era un objetivo factible, incluido el segundo escalón. Alonso deberá tratar de empezar a revertir esta situación en las próximas pruebas, ya que, además de las mejoras aplicadas, Ferrari tiene previsto seguir con la evolución del F10 en Silverstone y Hockenheim, los dos grandes premios previstos en el mes de julio.
Tampoco la suerte estuvo del lado de Pedro Martínez de la Rosa (BMW Sauber), puesto que el piloto español completó su mejor carrera de la temporada en Valencia y logró entrar en los puntos con su décima posición, pero horas después de haber finalizado la prueba fue penalizado con cinco segundos que le relegaron a la duodécima plaza y perdió su punto.
Pero el que peores sensaciones tuvo en el fin de semana fue Jaime Alguersuari (Toro Rosso), después de que ni en calificación, ni en la competición pudiera rendir al nivel que ha ofrecido durante la campaña. Al barcelonés no se le vio cómodo ni en los entrenamientos.
Una lectura positiva del Gran Premio de Europa es la confirmación del aumento de la seguridad en los monoplazas de Fórmula Uno, después de que el australiano Mark Webber sufriera uno de los accidente más espectaculares que se recuerdan, con el coche volando por los aires, pero el piloto salió ileso.
