El español Fernando Alonso (Ferrari) marcó ayer el cuarto mejor tiempo (1.22.895, tras 88 vueltas), en la primera sesión de test de Fórmula Uno que se llevarán a cabo esta semana en el circuito de Jerez de la Frontera, con la presencia de 10 escuderías en pista y un total de 10 pilotos, y en la que el gran protagonista fue el nuevo bólido de Red Bull Racing.
El alemán Nico Rosberg (Mercedes) obtuvo el mejor registro (1:20.927) durante la primera hora, antes de que la lluvia hiciera su aparición. A renglón seguido, y a 104 milésimas del germano, se situó el suizo Sebastien Buemi al volante de un Toro Rosso.
Mientras tanto, el Williams del novato Niko Hulkenberg consiguió el tercer mejor crono del día (1:22.243), junto por delante de Fernando Alonso. El piloto de Ferrari confiaba en que escampara, pero al cabo de 88 vueltas no pudo mejorar el tiempo conseguido cuando el asfalto estaba seco.
De la expectación levantada por estos ensayos da buena muestra el hecho de que, a pesar del mal tiempo, en una jornada marcada por el agua, alrededor de 5.000 espectadores se trasladaron al trazado gaditano para ver ‘in situ’ las evoluciones del asturiano con su nueva escudería.
Para el bicampeón del mundo, que trabajó en los compuestos de neumáticos para lluvia, al igual que para el resto de sus rivales, la sesión no dio mucho de sí, con el cielo completamente gris descargando lluvia insistentemente desde primeras horas, por lo que la esperanza es que hoy mejore y los programas de trabajo puedan llevarse a cabo con total garantía.
Pero, sin duda, otro de los puntos interesantes del día estaba en el garaje de Red Bull, que descubría a primera hora su bólido para la presente temporada, en el que tienen fundadas esperanzas de mejorar los grandes resultados de la pasada, donde se erigió en uno de los protagonistas.
El monoplaza no se diferencia demasiado del anterior y, salvo algunos detalles, tiene una línea continuista y evolutiva de su predecesor. Sin embargo, ayer con el australiano Webber al volante, sufrió su primera parada en pista con fuga de aceite incluida.
Las condiciones meteorológicas propiciaron que los pilotos solo pudieran dar unas vueltas al circuito en seco, antes de que el líquido elemento hiciese acto de presencia y dejase el trazado empapado para el resto del día.
Así las cosas, los equipos centraron su trabajo en los reglajes, neumáticos y puesta a punto de los monoplazas. Y si Webber se salió con el nuevo RB6, 10 minutos antes de finalizar hubo otra bandera roja, esta vez protagonizada por el Mercedes de Rosberg, que se paró en la curva Sito Pons.
