Señor director:
Una cosa es una cosa y otra cosa saber distinguir. Un gobierno que alardea de progresismo creando una renta mínima vital, algo que, ya existe en las comunidades autónomas desde hace lustros llamado Renta activa de inserción.
Pues sí, el señor presidente de Gobierno, ese que dice una cosa y hace la contraria, presume de que todos esos españoles hayan perdido su nómina y con ella su libertad poniéndose bajo el amparo y la caridad de la suela de su zapato, porque, cuando una persona, viviendo en democracia, pierde su trabajo y se tiene que alimentar de la misericordia del Gobierno…lo pierde todo.
Ese subsidio te hace dependiente y a la vez esclavo.
No es que vayan a crear un país de vagos, no, es que incitan a no ir a trabajar para ganar un sueldo que se lo llevan a casa sin esfuerzo.
No digo que no haya gente necesitada, que la hay, pero, todos sabemos que la picaresca está a la orden del día y, esta vez, se alía con la economía sumergida, los bancos de alimentos y los comedores sociales, que, todo junto es un jugoso pernil para los sabuesos en el arte de los tramposos.
La gente, mucha gente ya ha perdido los escrúpulos y como dice el refrán castellano: “mientras mi vecina sea boba quién me manda comprar escoba”.
Toda la gente lo piensa, pero, no lo dice: ¿No será que el doctor Sánchez nos está marcando una senda dirigida al absentismo y olvidándonos de sus dotes en la calidad de trasformar la verdad, sólo nos tengamos que preocupar de ir a las urnas a votar a quien con tanto esfuerzo nos regala y asiste tan graciosa y gratuitamente manteniéndonos en ese sustento?
Si bien, es cierto que en estos momentos de vacilación laboral, hay muchas personas necesitadas que han perdido todo por culpa de esta miserable pandemia que desde el primer instante se ha gestionado y actuado tarde y mal por el Gobierno, bien por ocuparse de prioridades políticas o por soberbia.
José Luís García Ruiz