El tenista español Nico Almagro quiso aclarar ayer cualquier tipo de polémica por sus palabras del pasado lunes sobre su futuro en la Copa Davis con España.
El murciano dejó claro que sus declaraciones «no» tienen nada que ver con que no estuviese en la final de Sevilla, y que es «perfectamente consciente» de sus «limitaciones», y por tanto de que no tenía sitio en ese equipo, porque «el que jugó, era la mejor opción».
En este sentido, aseguró no tener problemas con el capitán, Costa, que «ha hecho durante estos años lo que ha creído necesario para ganar dos Davis» y al que «los resultados avalan».
Por ello, el murciano aseveró que no tiene rencor ni envidia. «Era imposible que jugara con el equipo que había. Tenía cero opciones. Lo sabía entonces y lo sé ahora», recalcó, recordando que renunció, personalmente, a la eliminatoria de cuartos de Austin frente a Estados Unidos «por tratarse de pista rápida» y estar envuelto «en la gira de tierra».
También aseguró el tenista que no fue por lo sucedido en Marbella en 2009 en los cuartos de final ante Alemania, cuando Costa se decantó por Juan Carlos Ferrero. «Fui convocado como quinto jugador. Ferrer se lesionó, y se llamó a Ferrero, que estaba haciendo un ‘temporadón’», señaló.
De cara a su confianza «minada», Almagro aseveró que «probablemente» haya sido él mismo el que lo provocó, al tiempo que destacó que jugar las próximas eliminatorias es algo que debe «pensar y recapacitar».
Su futuro
Por otro lado, de cara a 2012, reconoció que le espera «un año muy duro» porque deberá defender muchos puntos conseguidos en su «superficie favorita», la tierra batida. «Es difícil estar arriba, y la próxima campaña puede que me resulte más complicado mantenerme en los puestos de los últimos años», indicó.
Además, zanjó la polémica y subrayó que «no creo haber faltado, menospreciado ni insultado a nadie, y solo he hablado con respeto y educación de un asunto que me concierne a mí».
