Los gobiernos autonómicos de Castilla y León, Asturias, Cantabria, Galicia, Navarra y el País Vasco suscribieron ayer una declaración institucional de apoyo al Corredor ferroviario Atlántico de transporte de mercancías. La Comunidad será la encargada, en nombre de las seis autonomías, de pedir al Ministerio de Fomento que defienda ante la Comisión Europea la inclusión del eje como vía prioritaria, básica o central en la revisión de la Red Transeuropea de Transporte (RET-T), que se hará pública el 19 de octubre.
Los representantes de las comunidades mantuvieron un encuentro de trabajo en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid. A su término, firmaron una declaración de apoyo al eje, que compite con otros dos posibles corredores españoles por hacerse un hueco en la planificación de transportes que prepara la Comisión Europea para fomentar el tráfico de mercancías por ferrocarril y redes marítimas, con objetivos medioambientales para reducir emisiones y económicos, ya que se pretende reducir la sobrecarga de las infraestructuras viarias.
Rubricaron el protocolo de alianza de las autonomías del noroeste ibérico, el director de Transportes del País Vasco, Mikel Díez Sarasola; el consejero de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia, Agustín Hernández; la consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado, Isabel Marqués; el consejero de Obras Públicas y Vivienda del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier Rodríguez Argüeso; el consejero de Obras Públicas y Vivienda de Navarra, Anai Astiz, y los consejeros de Economía y Empleo y Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Tomás Villanueva y Antonio Silván.
El proyecto del corredor, coordinado por el Gobierno Vasco, se asienta en la evolución de las redes ferroviarias a una escala europea en la que no haya «rupturas» derivadas de un ancho de vía diferente a partir de los Pirineos o estándares y sistemas de electrificación y comunicación incompatibles. Además, tal y como desgranó Díez Sarasola, el eje deberá potenciar las conexiones de la red ferroviaria con los puertos marítimos ya que el 80% de los tráficos dependen de los muelles de la fachada atlántica. Asimismo, tendrá que impulsar los enlaces con centros y plataformas multimodales.
Componente ambiental
El director de Transportes del Ejecutivo vasco hizo también hincapié en el componente ambiental de la propuesta, que pretende cumplir con el Libro Blanco del Transporte y contribuir al objetivo de reducir el 60% las emisiones a la atmósfera para 2050.
En éste aspecto incidió el consejero de Fomento y Medio Ambiente castellano y leonés, quien indicó que el transporte ferroviario debe ser una alternativa al viario por su menor impacto sobre el medio ambiente.
Todos los firmantes coincideron, por otro lado, en subrayar su cooperación en una iniciativa que, apuntó el representante de la Xunta, «compromete las inversiones del futuro» e invita, por tanto, a «no perder este tren».
