Un retén de alrededor de 200 efectivos, tanto de la Junta de Castilla y León como de la UME, permanecen en el límite entre Castilla y León y Castilla-La Mancha la evolución del incendio de Pico del Lobo, que se declaró el pasado miércoles en la vertiente de Guadalajara y que ya ha alcanzado el nivel 2 de peligrosidad.
El fuego ha avanzado rápidamente hacia zonas boscosas del norte, aunque por el momento no se prevé que cruce la frontera hacia Castilla y León. «Estábamos pendientes de saber si había previsión de que pudiera llegar, pero de momento no parece que el fuego vaya en esa dirección», ha señalado el alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, que durante la jornada de hoy se ha desplazado a la zona afectada.
Cerezo ha detallado que las labores de extinción se están complicando debido a la complicada orografía del entorno «se trata de una zona con valles y barrancos donde las unidades a pie apenas pueden acceder», señalaba el alcalde.
Los equipos de extinción, que por parte de la Junta están formados por un centenar de trabajadores, cinco helicópteros y cinco bulldozer, han trabajado en la apertura de una pista ancha para facilitar el acceso de los vehículos de emergencia y mantienen cortafuegos con el fin de evitar que el fuego se pueda propagar por territorio segoviano. La prioridad es detener el avance del fuego en puntos estratégicos, para evitar que las llamas lleguen a zonas habitadas.
Cerezo ha reiterado en que por ahora no hay peligro para la provincia de Segovia, aunque se mantiene en contacto con los servicios de emergencias para garantizar que no hay incidencias. «Hay que tener muy en cuenta la dirección del viento», ha señalado, ya que esto puede ser crucial para determinar hacia dónde se dirigirán las llamas.
