El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere, y su colega francés, Bernard Cazeneuve, anunciaron un acuerdo general “de base” para la reubicación en los Estados miembros de hasta 160.000 demandantes de asilo llegados inicialmente a Italia, Grecia y Hungría.
“Hay un acuerdo político de base para la reubicación de 160.000 (refugiados)”, anunció Maiziere en una rueda de prensa ofrecida en un receso del consejo de ministros de Interior de la UE que aborda este asunto en Bruselas. Cazeneuve dejó claro que “no será posible asegurar la sostenibilidad a largo plazo” de este mecanismo de solidaridad sin un sistema “potente y eficaz” para el control de las fronteras exteriores de la UE y que la agencia europea para el control de fronteras (Frontex) cuente con más medios y mandato para agilizar la repatriación de los inmigrantes económicos en condición irregular.
La puesta en marcha de centros de registro de los refugiados en Italia y Grecia es también un requisito clave para iniciar la reubicación de los inmigrantes con derecho a protección internacional, advierten París y Berlín. El principio de acuerdo que lograron los Estados miembros, sin embargo, no aclara cuál será el reparto de las cuotas de acogida por Estados miembros, ni ofrece un calendario para la reubicación.
Parte de las 160.000 plazas anunciadas por Alemania y Francia están ya confirmadas, sin embargo, gracias al visto bueno formal de los ministros al primer programa presentado en mayo por la Comisión Europea. Bruselas pidió entonces a los gobiernos europeos que acogieran a 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia y los Estados miembros respondieron con compromisos concretos para acoger, de momento, a algo más de 32.000 refugiados que tenían programado. España ha aceptado recibir a 1.300 refugiados de este programa, frente a los 4.288 que le pidió el Ejecutivo comunitario.
