Son muchas las voces que apuntaban que el Gobierno de Alemania sabía de la existencia del controvertido programa de espionaje estadounidense filtrado hace un mes por el extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana Edward Snowden. Pero parece ser que el país europeo no solo tenía conocimiento de dichas prácticas, sino que, incluso, llegó a utilizar los datos obtenidos por EEUU en algunas ocasiones, como en el caso de secuestros de ciudadanos germanos en el extranjero. Al menos, así lo publicó ayer el diario Bild, que asevera que los servicios secretos de Berlín tenían constancia desde hace años de que Washington se estaba dedicando a almacenar información, algo que hasta el momento ha negado categóricamente el Ejecutivo de Angela Merkel, y les llegaron a pedir ayuda para hacer frente a raptos en Afganistán y Yemen.
De este modo, Alemania obtenía información de la NSA sobre las últimas llamadas o correos electrónicos de los retenidos para ver dónde se encontraban antes del secuestro, con quién se habían comunicado y a dónde querían ir.
Ante tal publicación, un portavoz del Gabinete germano se limitó a contestar que «es conocido que entre las dos agencias de seguridad existe una cooperación desde hace tiempo», pero se negó a comentar detalles al respecto, remitiéndose a los organismos de control parlamentario pertinentes.
Curiosamente, antes de conocerse estas informaciones, la canciller, Angela Merkel, abogó por endurecer las normas de protección de datos en la red de la UE y por forzar a las compañías de Internet a ser más abiertas en sus políticas en este sentido. Unas declaraciones que justificó en la polémica de espionaje de EEUU.
Estas palabras fueron recogidas por Bruselas, que aplaudió la iniciativa y pidió a todos los Estados miembros que sigan esta línea para aprobar las nuevas normas de la Unión en materia de protección de datos antes de las elecciones europeas de mayo de 2014.
Por otro lado, el Kremlin informó de que se mantiene a la espera de recibir la petición de asilo por parte de Snowden, quien la semana pasada anunció que reclamaría protección del Gobierno ruso mientras permanezca en la zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú.
En este sentido, Vladimir Putin afirmó que ha visto signos de que el extécnico de la NSA va a cesar su actividad contra EEUU, una de las premisas exigidas para la concesión de amparo.
Asimismo, confió en que el joven informático pueda abandonar Rusia una vez tenga la oportunidad y responsabilizó a Washington de la situación de bloqueo en la que se encuentra, después de «haber asustado tanto a otros países que nadie le quiere».
