Las autoridades alemanas reanudaron los controles en la frontera con Austria a las 17.00 horas de ayer, según informó el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière. “El objetivo de esta medida es detener el flujo a Alemania y volver a un proceso ordenado”, explicó el ministro en rueda de prensa recogida por la emisora Deutsche Welle.
De Maizière alegó motivos de seguridad para esta decisión y reveló que fue el resultado de acuerdo tras un “debate amistoso resuelto” dentro de la coalición de gobierno, formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel y el Partido Social Demócrata (SPD). Poco antes, la compañía ferroviaria austriaca OBB habría informado de que Alemania había ordenado paralizar todo el tráfico por vía férrea en la frontera.
La Policía austriaca reveló que unos 6.000 inmigrantes y refugiados entraron en el país desde la medianoche y estimó que a lo largo de todo el día fueron más de 10.000, la cifra más alta desde que Alemania y Austria abrieron sus fronteras, hace ya más de una semana.
“El flujo de refugiados sigue siendo muy grande. No creo que nos equivoquemos si decimos que podríamos superar la cifra de 10.000 si todo sigue así”, explicó un portavoz de la Policía austriaca en declaraciones recogidas por la agencia Reuters. El fin de semana pasado entre 16.000 y 17.000 inmigrantes y refugiados cruzaron la frontera desde Hungría a Austria, pero este fin de semana podría incluso superarse esa cifra récord, según indicó el portavoz.
Asimismo, la Comisión Europea avaló que la reintroducción temporal de controles en la frontera con Austria adoptada por el Gobierno alemán estaría prevista como una situación excepcional dentro del sistema Schengen. “La reinstauración temporal de controles fronterizos entre los Estados miembros es una posibilidad excepcional en este caso”.
