La salida hacia España de los primeros presos de conciencia excarcelados por el Gobierno de Raúl Castro ha sido recibida por la disidencia con regocijo, pero también con escepticismo y división de opiniones sobre el alcance de la medida, cuestionada por quienes dudan de la voluntad real de cambio del régimen castrista Entre tanto, ayer otros dos prisioneros, acompañados por una quincena de familiares, partieron hacia Madrid, con lo que ya son nueve los liberados.
Los Ejecutivos de EEUU y Brasil fueron los primeros en América en congratularse por la llegada a la capital de España de siete presos de conciencia, seis de ellos periodistas, que lograron la libertad gracias a un proceso de diálogo de la Iglesia católica con Raúl Castro, apoyado por el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero.
El Gobierno de la isla se ha comprometido a poner en libertad de forma gradual en un plazo de cuatro meses a 52 presos, todos ellos del Grupo de los 75, como se conoce a los opositores condenados a penas de hasta 28 años en la denominada Primavera Negra de 2003. Si bien elogió los esfuerzos de los mediadores, la Administración de Barack Obama matizó su satisfacción, al señalar que «EEUU sigue reclamando la liberación inmediata e incondicional de todos». Además, opinó que los excarcelados «deberían decidir por sí mismos si permanecerán en su país o viajarán a otro».
Por su parte, el ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, celebró una decisión que, a su juicio, va en la «dirección correcta» y felicitó a su homólogo español por el resultado del diálogo.
Mientras, Moratinos manifestó horas antes de la llegada de los excarcelados a Madrid que hay una «nueva voluntad» desde Cuba de avanzar en las liberaciones que también se extiende al ámbito de «las reformas económicas y sociales».
También desde la capital española, el diputado del PP Teófilo de Luis Rodríguez lamentó que Moratinos se conforme con la liberación, cuando el objetivo principal es que Cuba sea «libre y respete los Derechos Humanos». El diputado popular manifestó su «preocupación» por las declaraciones de Moratinos, «porque dio a entender que la isla es ya una democracia» agregó.
Asimismo, mostró su claro rechazo a la llegada de los presos a Madrid en calidad de inmigrantes.
Mucho más optimista, el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua, Marcos Carmona, consideró que se trata de «una muestra de que soplan vientos de esperanza».
Entre tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reiteró que «Cuba debe declarar nulas las condenas en contra de estas personas y adecuar sus normas procesales a estándares internacionales». Asimismo en Miami, grupos del exilio lo celebraron, pero recomendaron cautela, porque a su juicio es posible que continúen las detenciones.
Los protagonistas hablan
También expresaron su punto de vista los primeros excarcelados, que nada más pisar tierra española comenzaron a hacer uso de su recién estrenada libertad de expresión. Ricardo González Alfonso, que habló en nombre de sus compañeros, aseguró que ellos siete representan «el inicio de un camino que puede ser el comienzo de un cambio» en Cuba. Los liberados recalcaron que la apertura de este diálogo ha sido posible gracias a la lucha de miles de sus paisanos por la libertad, la democracia y la paz, y mencionaron especialmente a Orlando Zapata, que murió a comienzos de año tras una prolongada huelga de hambre.
También recordaron al disidente Guillermo Fariñas, que mantuvo una huelga de hambre y sed durante 135 días, así como la «fe inquebrantable de las Damas de Blanco (familiares de los presos políticos) y del exilio».
González negó asimismo que este primer grupo se sienta manipulado, y declaró que «una palabra recorre La Habana y es la palabra cambio, que significa libertad». «Para nosotros, el exilio es una prolongación de la lucha», sostuvo.
Otros dos presos políticos liberados llegaron ayer al aeropuerto de Barajas acompañados por sus familiares. Se trata de los periodistas Omar Rodríguez y Normando Hernández, detenidos en la ola de represión con la que el régimen comunista respondió al auge que estaba adquiriendo la oposición con iniciativas como el Proyecto Varela, que promueve un referéndum en la isla para pedir reformas democráticas. Otros dos exiliados más arriban hoy mismo a Madrid.
