El cineasta francés Alain Guiraudie se alzó con la Espiga de Oro en su primera participación en la Seminci gracias a ‘Misericordia’, su último largometraje, estrenado en las postrimerías de la 69 edición. La película, un cuento moral en torno al deseo y la necesidad, narra en clave de esperpento cómo el regreso de un hombre al pueblo donde creció trastoca por completo las vidas de cuantos allí residen. El jurado destacó del film, que además conquistó el premio Miguel Delibes al mejor guion, su “ligereza, que oculta un complejo equilibrio de géneros y tonos”, y se refirió a la obra como “una profunda meditación sobre cómo el deseo y la culpa nos hacen predecibles y también incomprensibles los unos para los otros”. .
El reparto de premios incluyó además la Espiga de Plata, ex aequo, para ‘Polvo serán’, el drama musical sobre el derecho a una muerte digna de Carlos Marques-Marcet, que inauguró la edición, y ‘Stranger eyes’, un thriller mutante en torno a la pulsión escópica dirigido por el joven singapurense Yeo Siew Hua, en su segunda concurrencia a la Seminci.
El jurado decidió otorgar el premio al mejor director al integrante de la sexta generación de cineasta chinos Guan Hu, por su conmovedora ‘Black Dog’, un cálido retrato humanista de redención ambientado en los prolegómenos de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, que también ganó el galardón a la mejor fotografía.
Los premios de interpretación recayeron en el apartado femenino para Laura Weissmahr, que carga sobre sus hombros con todo el peso de ‘Salve María’, el largometraje que explora la oscuridad y los demonios interiores de la maternidad; y en el apartado masculino quienes se llevaron el gato al agua fueron Jan Gunnar Roise y Thorbjørn Harr, la dupla protagonista de ‘Sex’, la exploración en torno a los tabúes que rodean la pulsión sexual dirigida por Dag John Haugerud.
