Posiblemente, el vuelo del aguilucho cenizo (Circus pygargus) sea uno de los más bellos de contemplar. Es elegante, con aleteos relajados. “Da la impresión de que disfruta volando”, indica el coordinador de SEO-Segovia, Ignacio Domingo, para el que sus movimientos en el aire “transmiten mucha alegría”. En esta época del año no resulta raro ver algún ejemplar pasando con suavidad a ras sobre la llanura cerealística segoviana. Una imagen preciosa, al menos para los ornitólogos, pero tras la cual se esconde el grave problema que atenaza a la especie, el de su bajo éxito reproductor, debido sobre todo al cambio de los usos agrícolas en las últimas décadas.
La mecanización del campo ha reducido de forma drástica el tiempo de la cosecha. Ahora, una máquina cosechadora es capaz de hacer en unas pocas horas lo que hace años tardaban los segadores varias semanas. Y ello está repercutiendo sobremanera en el aguilucho cenizo, que anida en el suelo, habitualmente entre cultivos de cereal. “Los pollos todavía no vuelan cuando pasa la cosechadora, así que acaban muriendo”, explica Domingo. En la mayoría de los casos, el ‘peine’ de la máquina frustra el desarrollo de los pollos. Y, cuando logran salvarse, desaparecida la cobertura vegetal, quedan a merced de otros depredadores, como el zorro.
En vista de la situación, SEO-Segovia intentó buscar, en 2012, nidos de aguilucho cenizo en la provincia, sin conseguirlo. “Teníamos bastante desconocimiento de la especie, tanto de su alimentación como de su reproducción, así que fallamos”, lamenta Domingo. Este año, SEO-Segovia, con asesoramiento de SEO-Salamanca, ha repetido la experiencia. De momento, han conseguido localizar tres nidos, todos ellos en trigales. Y siguen buscando. “Si alguien conoce la localización de uno de ellos, agradecemos que nos lo comunique, escribiendo al correo seo-segovia@seo.org”, pide Domingo.
Estos días, los ornitólogos segovianos están “negociando” con los propietarios de las tierras para intentar “proteger” a los pollos recién nacidos. “La colaboración de los agricultores es fundamental, sin ellos nuestro trabajo no sirve para nada”, asegura el coordinador de SEO-Segovia, esperanzado en lograr finalmente su implicación. “Mantener un nido de aguilucho cenizo en una tierra es muy beneficioso para ella, pues se alimenta de pequeños mamíferos, como los topillos, y de esa manera ayuda a controlar las plagas”, explica Domingo.
Desde SEO-Segovia se solicita a los agricultores que, en el momento que se dispongan a cosechar, avisen a los ornitólogos, para vigilar que la máquina no pase por encima de los indefensos pollos. Otra opción propuesta es colocar una pequeña valla alrededor del nido, de forma que cuando la cosechadora llegue a ese punto tenga que hacer un pequeño rodeo. “La valla que pretendemos poner, muy sencilla, impide además que entren otros depredadores a por los pollos del nido”, indica Domingo.
Con objeto de recompensar a los agricultores por el perjuicio económico que supone para ellos dejar un espacio sin cosechar, y por las molestias ocasionadas, desde SEO-Segovia se ha establecido una “recompensa”, de igual cuantía a la que ofrecen los ornitólogos de Salamanca, 20 euros por nido.
“Nuestra intención —concluye Domingo— no es otra que salvar a los pollos de aguilucho cenizo, y este año creemos que podremos conseguir resultados, pues la cosecha del cereal viene retrasada”.
