Al menos 27 personas murieron y varias decenas resultaron heridas al estrellarse un caza del régimen sirio en un mercado lleno de gente en la localidad de Ariha, controlada por los rebeldes y situada en el noroeste de Siria, según habitantes de la zona y testigos del siniestro del que todavía no tuvo una declaración oficial sobre los hechos ni el accidente.
La mayoría de los muertos son civiles de esta ciudad de la provincia de Idlib, que cayó en manos de los grupos islamistas en mayo de 2015, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que cuenta con una amplia red de observadores sobre el terreno en Siria.
“Pocos segundos” antes de estrellarse, el avión había lanzado una bomba sobre el centro de la ciudad, en la calle principal, según Ghazal Abdulá, que se encontraba en las inmediaciones cuando se produjo el impacto. El Observatorio confirmó que el avión no fue derribado por fuego desde tierra e indica la posibilidad de un error o un fallo mecánico.
La provincia de Idlib registró en las últimas semanas un recrudecimiento de los combates entre las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad y el grupo rebelde Jaish al Fateh, o Ejército de la Conquista, dentro del cual figura el Frente al Nusra. La noticia ilustra perfectamente la situación actual del país, donde se muestra una lucha constante entre varios grupos contra otros y no una campaña uniforme de las tropas sirias contra el invasor, Estado Islámico. De hecho, ciudades como Alepo tiene presencia de los tres grupos comentados que dividen sus lealtades entre unos sectores u otros.
Siria lleva cuatro años de guerra civil sin mostrar grandes avances en la solución final del conflicto, sólo la llegada del grupo terrorista Estado islámico supuso una gran atención desde su expansión por el territorio del país, en especial por su frontera este.
