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Al Cuéllar le entraron los nervios ante el líder

por Redacción
10 de diciembre de 2012
Velayos

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El Cuéllar Eufón no levanta cabeza, y lo que es peor, su falta de confianza le ha sumido en un evidente problema de juego. Tanta derrota seguida ha terminado haciendo mella en el conjunto de Jota y Félix Blanco, que en el encuentro que le enfrentó en la tarde de ayer al Burgos, líder de la categoría, terminó no sólo cediendo los puntos, sino dando una mala sensación de impotencia en los compases finales.

El partido que ayer se jugó en Santa Clara era de aquellos en el que los locales tenían poco que perder y mucho que ganar. El líder del grupo era el máximo favorito para la victoria, y por esa razón el obligado a exponer, mientras que los cuellaranos tenían una buena opción para jugar con tranquilidad y poder coger confianza de cara a compromisos posteriores.

Pero, salvando un inicio de partido ciertamente prometedor, con Giralda muy activo en la banda izquierda, y otro buen arranque de segunda mitad, el Cuéllar Eufón volvió a mostrarse como un verdadero manojo de nervios frente a un oponente que empleó un juego directo buscando en sus envíos la cabeza de Arkaitz, para que éste peinara la pelota y la pudieran recoger tanto Carralero por un lado como Pacheta por el otro. Este juego tan simple en un principio, y tan poco vistoso siempre, terminó dando sus frutos cuando, en el minuto 25 de partido, el enésimo balón en largo sobre la cabeza de Arkaitz fue aprovechado por éste para cedérsele sobre la carrera de Carralero, que superó a Demi por velocidad, y se aprovechó de las dudas de Repiso en la salida para batirle por alto.

Salvando un evidente peligro por alto en las acciones a balón parado, el Burgos no había realizado acciones peligrosas sobre el marco cuellarano hasta el 0-1, lo que vino a corroborar que el líder suele serlo por su gran pegada. Peor lo llevaba el equipo de casa, que exceptuando un remate de falta de Pablo Lozano que Aurreko recogió con tranquilidad, no volvió a chutar entre los tres palos de la meta burgalesa. Pero quizá lo peor no fue eso, sino que muchos de los jugadores locales se mostraron demasiado nerviosos con la pelota, deshaciéndose de ella con un pelotazo en cuanto caía a sus pies. De esta manera, el Burgos pudo jugar el primer tiempo con muchísima tranquilidad, y llegar al descanso con su pequeña ventaja en el marcador.

Salieron los protagonistas al campo para jugar el segundo tiempo, y los de casa lo hicieron con bastante más intensidad que en los primeros cuarenta y cinco minutos, arrancando con la misma ambición que hicieron en el inicio del choque. Velayos, una isla durante el primer período, se inventó un remate peligrosísimo que puso a prueba a un acertado Aurreko. Fue lo mejor que hizo el Cuéllar Eufón durante todo el encuentro, porque a pesar de sus ganas, el Burgos volvió a mostrarse sólido y expeditivo en sus acciones defensivas para evitar cualquier alegría de los locales.

A ello contribuyó en gran medida el gol de Arkaitz en otra de las primeras opciones ofensivas de los visitantes en el segundo tiempo. El bofetón en forma de gol volvió a dejar temblando a los cuellaranos, que volvieron a mostrarse demasiado imprecisos en los pases. El paso de los minutos fue aumentando la sensación de frío que dejaba el partido, tanto en el apartado climatológico como en el futbolístico, porque el cuadro de Ramón María Calderé supo meter en la nevera el encuentro, mientras que los cambios ofensivos en el conjunto de casa pusieron mucha intensidad, pero sin dar la sensación de poder superar a la defensa contraria.

En los últimos minutos el fondo físico pasó factura al Cuéllar Eufón, y el Burgos se vio con el camino abierto para marcar dos goles prácticamente de manera continuada. Los burgaleses ganaban en velocidad y llegaban a todos los balones con ventaja sobre los de casa, demasiado cansados después de haberse gastado mucho. Que una cosa es el déficit de fútbol, y otra la falta de ganas, que no es el caso del Cuéllar.

José Ángel marcaba a los 77 minutos el 0-3, y en un error defensivo de la zaga segoviana, Pacheta aprovechaba para hacer el definitivo 0-4, que deja patente la diferencia entre uno y otro equipo.

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