El que fuera contable del Instituto Nóos Marco Antonio Tejeiro ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción por el que confiesa que Aizoon, propiedad al 50 por ciento de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, tenía como finalidad desviarse a su favor los fondos que de forma ilícita percibió el Instituto Nóos de las Administraciones públicas.
La confesión, la primera que se produce en el marco del caso Nóos, ha quedado plasmada en un escrito de ocho páginas, al que ha tenido acceso Europa Press, que este jueves ha entregado el fiscal Pedro Horrach al juez José Castro. Ambos han mantenido un encuentro de unos veinte minutos en el despacho del magistrado, el primero tras las desavenencias surgidas desde que el representante del Ministerio Público recurriera el auto por el que Castro puso fin a la instrucción de la causa.
A su salida del despacho, Horrach, quien había llegado a los Juzgados de Vía Alemania pasadas las 12.00 horas, ha manifestado que la reunión ha sido «muy cordial» y ha manifestado que «el procedimiento sigue su curso».
Tejeiro ha optado por confesar las maniobras delictivas llevadas a cabo a través de Aizoon de cara a una futura reducción de pena, lo que relata de forma pormenorizada en su escrito, rubricado por su abogado Daniel Pérez-Esqué y por él mismo, y que previamente había presentado en la Fiscalía. En él revela, entre otros numerosos hechos, cómo Aizoon «carecía de infraestructura personal y de medios para acometer su actividad social», y asegura no constarle que la sociedad tuviera empleados con dedicación exclusiva.
En esta línea, explica que el giro de facturas falsas entre las empresas del entramado por el que Urdangarin y su exsocio Diego Torres se habrían apoderado de hasta 5,9 millones de euros públicos, suponía una práctica habitual dentro del conglomerado y, en el caso de Aizoon, subraya que las facturas libradas por ésta contra el Instituto Nóos y Nóos Consultoría Estratégica constituían una vía para que el dinero de origen presuntamente ilícito acabara en las cuentas de la sociedad de los Duques.
En su escrito, Tejeiro, hermano de la mujer de Torres, Ana María Tejeiro, subraya cómo las empresas que conformaban el entramado -Instituto Nóos, Nóos Consultoría Estratégica, Intuit, Shiriaimasu y Aizoon- eran entidades vinculadas entre ellas que «operaban realmente en el mercado como si fueran una sola», todo ello bajo la dirección de Urdangarin y Torres, quienes ostentaban el control «absoluto» y el «poder de decisión» dentro del grupo.
Es más, confiesa que la actividad principal del conglomerado se centró principalmente en lograr la adjudicación para organizar las tres ediciones del denominado Valencia Summit y las dos del Illes Balears Forum, cuyo coste real, afirma, fue notablemente inferior a los fondos que el Instituto Nóos percibió de la Comunidad de Valencia y de Baleares. En total, la entidad cobró por organizar estos eventos 5,9 millones de euros, a pesar de que su verdadero coste fue de 1,6 millones, según datos de la Agencia Tributaria.