La Gimnástica Segoviana se ha ganado el derecho a pensar no ya en el ascenso, sino en cuándo va a suceder un hecho que sus resultados a lo largo de la temporada han transformado en inevitable, mientras que el noventa y nueve por ciento de los equipos aún no tienen ni idea de cuál será su posición al final de la campaña.
Pero fiel a su forma de hacer las cosas, ni el presidente del club azulgrana, Agustín Cuenca, ni su Junta Gestora, tienen previsto que los fastos por el ascenso sobrepasen lo correcto “y menos con la situación sanitaria que estamos pasando. Cuando llegue el ascenso lo valoraremos, pero es evidente que la celebración no podrá ser como a todos nos gustaría”.
La temporada deportiva está siendo un éxito, pero en el apartado económico la Segoviana ha sufrido el hecho de no poder recaudar el dinero de las taquillas “que por ese lado ha sido una ruina, algo con lo que ya contábamos” lo que ha llevado a que la entidad vaya a terminar el curso 20/21 con un ligero déficit de 10.000 euros.
DÉFICIT COMPENSADO
Esa es la cifra que barajan los miembros de la Gestora a falta de cuadrar todos los números “pero todo apunta a que sí cerraremos esta temporada con un balance negativo, que no creo que tengamos problema en compensar con el superávit de campañas anteriores y va a ser menor del que en un principio podíamos esperar”, afirma Cuenca.
Además, el club ha ido limando asperezas con la Federación Territorial de Fútbol, hasta el punto de que Agustín forma parte de la directiva del ente federativo que preside Marcelino Maté “porque quiero trasladar mi experiencia en el fútbol al progreso del fútbol regional. Tengo una buena relación con Marcelino Maté, aunque lógicamente haya asuntos que no veamos de la misma manera”.
«Lo ideal será convocar las elecciones cuando el equipo ya no se juegue nada»
Aunque el interés se centra en saber cuándo ascenderá el equipo azulgrana a la Segunda División B, la Gestora también tiene en mente otro asunto no menos trascendente para el futuro de la Segoviana, como es la convocatoria de las elecciones a la presidencia que la pandemia obligó a cancelar. “Lo ideal será convocarlas cuando el equipo ya no se juegue nada”, algo que puede suceder en un plazo tan corto como el de tres semanas “aunque tendremos que intentar compaginar tanto el asunto deportivo como el sanitario.
Unas elecciones al uso
Teniendo en cuenta ese segundo aspecto, es posible que fuera mejor llevar las elecciones a unas semanas más allá, «cuando mejore el tiempo», sin descartar en absoluto que en lugar de realizar la asamblea en un sitio cerrado “que no sé si estaría permitido”, hacer unas elecciones más ‘al uso’, con unas horas al día establecidas para depositar el voto en una urna para que no exista una aglomeración de personas poco aconsejable con los tiempos que corren. “Más allá de que los estatutos digan una cosa u otra, creo que la afición lo entendería, aunque todavía tenemos que concretar los detalles”.
