Cuando, entrada la primavera, empiezan a llegar a tierras segovianas los aguiluchos cenizos (Circus pygargus), después de su larga estancia invernal en África, se encuentran, a la hora de afrontar su reproducción, un grave peligro, el de las cosechadoras. Pero, también, con un pequeño ejército de protectores, la SEO de Segovia, cuyos socios llevan a cabo una cuidada prospección, principalmente de la llamada Campiña segoviana, con la ilusión de encontrar nidos de aguilucho cenizo para, a modo de ángeles de la guarda, velar por su pervivencia.
Una de las peculiaridades del aguilucho cenizo, la de construir su nido en el suelo, entre cultivos de cereal, es, al mismo tiempo, su talón de Aquiles. La mecanización del campo, que ha reducido de forma drástica el tiempo de la cosecha hace que, tal y como lamenta SEO – Segovia, “muchos pollos de aguilucho cenizo todavía no han aprendido a volar cuando las cosechadoras comienzan a hacer su trabajo”. Como consecuencia, el ‘peine’ de la máquina se lleva por delante a la mayoría. Y, los que logran salvarse, desaparecida la cobertura vegetal, quedan a merced de otros depredadores, como el zorro.
Por suerte para los aguiluchos cenizos, SEO – Segovia salió a su rescate en 2012, y desde entonces, precisamente gracias a esa labor, el número de pollos que han conseguido volar se cuenta por decenas.
Este verano, la cosecha de los cereales se ha adelantado con respecto a campañas precedentes, debido a las altas temperaturas registradas en el mes de mayo. Este hecho obligó a SEO – Segovia a actuar con celeridad. Sus socios encontraron más nidos de aguilucho cenizo que nunca (31). Y también tuvieron que intervenir en muchos más casos que años anteriores, pues “los pollos eran aún demasiado pequeños para salir volando al paso de las cosechadoras”.
De acuerdo a los datos ofrecidos por la propia SEO – Segovia, sus socios han tendido que proceder al vallado y protección de 17 nidos, lo que supone un 55% del total de los hallados. SEO – Segovia quiso ayer destacar la “excelente acogida” de los agricultores a esas medidas de protección. “Se han mostrado encantados de participar en la campaña y no han puesto ningún reparo a la hora de proteger los nidos”, agradecen los ornitólogos.
“Si al problema del adelanto de la cosecha le sumamos la depredación natural que sufren los aguiluchos cenizos, que ha echado a perder siete nidos, este año estaríamos hablando de que el éxito reproductor de la especie habría sido del 22%, algo que sin duda hace inviable el mantenimiento de la población a medio y largo plazo”, sostienen desde SEO – Segovia.
Los socios de esta organización han procedido a anillar a 44 pollos de la especie, con el fin de contribuir a un mejor conocimiento de las migraciones que realizan todos los años los aguiluchos cenizos entre la Península Ibérica y el África subsahariana.
A esos pollos —anillados por profesionales pertenecientes al Museo Nacional de Ciencias Naturales— se les ha colocado en una de sus patas una anilla metálica y una anilla de PVC más grande, con números y letras que permiten su identificación a distancia. En el momento del anillamiento se procedió a tomar datos de cada ejemplar, así como una muestra de sangre.
Un conocimiento cada vez más preciso.-El aumento de participantes en la campaña de SEO – Segovia y la mayor implicación de la población rural ha logrado que cada vez se tenga un mayor conocimiento de dónde existen nidos de aguilucho cenizo. “A veces —indica SEO – Segovia— son los propios habitantes de los pueblos los que se ponen en contacto con nosotros para avisarnos de la presencia de la especie en un determinado lugar”.
A localidades como Aragoneses, Cantimpalos, Turégano, Torreiglesias o Miguel Ibáñez, donde todos los años se encuentran nidos, este año hay que añadir enclaves como Sauquillo de Cabezas, Ortigosa de Pestaño, Cedillo de la Torre o Fuente de Santa Cruz.
