Aguilafuente recuperará en 2026 el Premio Sinodal después de 17 años sin celebrarse, tal y como anunció el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, esta mañana en la Delegación Territorial de Segovia. Allí, recordó que en 2006 y 2008 se celebraron las dos primeras, y únicas, ediciones con Vicente Bécares y Fernando Villaseñor como ganadores.
Ahora, junto a la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Aguilafuente, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, pondrá en marcha una nueva edición “necesaria”, porque, según apuntó Santonja “hay pocos premios dedicados al mundo clásico de la edición” y, añadió, “forma parte de nuestro expediente intelectual y de nuestra historia social”. Asimismo, expresó, “hay que dar al Sinodal de Aguilafuente el prestigio que se merece” y, para eso hace falta, “estar en la actualidad permanentemente”.
“Desde el nombre del Sinodal es importante que vayamos alumbrando obras fundamentales en el estudio de la edición en español” porque, detalló el consejero, puede presentarse una investigación sobre la imprenta mexicana o sobre el libro guatemalteco. “No hay ninguna limitación”, aseguró, porque desde Segovia y Castilla y León “hacemos patria en el sentido más grande de la palabra”.
“A partir del idioma accedemos a todo lo demás”, indicó. Con todo ello, Santonja recalcó que, desde la última edición, “era necesario realzar la proyección de Aguilafuente” y, recuperar este premio, “era la medida fundamental”.
El galardón está dotado con 6.000 euros y conlleva la publicación de la obra premiada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, garantizando su difusión en el ámbito académico y cultural nacional e internacional. El fallo será emitido por un jurado especializado y la entrega oficial del premio tendrá lugar en la localidad de Aguilafuente, espacio simbólico del nacimiento de la imprenta en España.
Primeras ediciones
En el año 2006 desde el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, con el apoyo de Caja Segovia se creó el premio Sinodal de Aguilafuente, que se falló en dos ocasiones, en el 2006, obtuvo el premio por unanimidad Vicente Bécares, en aquel momento profesor de la Universidad de Salamanca, y un jurado “verdaderamente importante”. Así, la obra ‘Librerías Salmantinas del Siglo XVI’ resultó ganadora por su análisis de un mundo “poco y mal documentado”.
El segundo premio, celebrado en 2008, recayó sobre Fernando Villaseñor y ‘El libro iluminado en Castilla durante la segunda mitad del siglo XV’, durante la época del Sinodal. “Estos libros tienen grabados, viñetas, pero no se había hecho un estudio” y este es el primero que lo estudia “sistemáticamente” donde se descubre “un mundo artístico con autores y técnicas necesarias de documentar”, detalló Santonja.
