Los segovianos Jorge de Frutos y Águeda Muñoz – tanto monta, monta tanto – han llegado a la élite del deporte nacional para quedarse. El futbolista del Levante UD y la atleta del FC Barcelona sobresalen en las estadísticas de sus respectivos deportes y su juventud les da un considerable margen de crecimiento. El mejor asistente de la Liga Santander en relación a los minutos jugados y la responsable de la mejor marca nacional sub23 en 1.500 metros lisos son deportistas extraordinarios.
De Frutos acaba de cumplir 24 años y es de esos jugadores tan raros ahora, de los que tienen desborde y la capacidad de encontrar al compañero en mejor posición para marcar. En un fútbol tan rancio como el actual da gusto verlo jugar. Si sigue así el equipo granota puede quedársele pequeño al de Navares de Enmedio, aunque siempre podrán presumir en Valencia de ser los que apostaron por él.
Muñoz, por su parte, tiene un correr desvergonzado pese a la fragilidad que aparenta. En una selva como la del medio fondo en el que la estrategia es tan importante, Muñoz ha demostrado ya que no se deja achantar. Las piernas ganan carreras, el carácter y la mentalidad hacen que no las pierdas. Y ya es internacional con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina.
Águeda y Jorge forman parte de un reducido grupo de deportistas que representa con orgullo a nuestra provincia por todo el país e incluso en el extranjero. Junto con Porfirio Fisac, Javier Guerra, David Llorente o el Balonmano Nava son dignos embajadores de nuestra tierra y un ejemplo para las nuevas generaciones. Que cunda su ejemplo.
