La formación especializada en agricultura, ganadería, pesca, selvicultura y veterinaria fue garantía para trabajar en Castilla y León durante 2022 y el colectivo estuvo en pleno empleo técnico, con una tasa de paro del 3,6 por ciento. En el extremo opuesto, castellanos y leoneses con formación en el sector servicios registraron la tasa de desempleo más elevada, con un 15,4 por ciento, según las variables de la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente a 2022, del Instituto Nacional de Estadística.
El estudio revela que también fue fácil encontrar un puesto de trabajo en la Comunidad el año pasado con estudios en ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas, ya que estos trabajadores sólo tuvieron una tasa de paro del 5,5 por ciento. Otra formación demandada es la centrada en salud y servicios sociales, con un nivel de desempleo del 6,9 por ciento; y los de mecánica, electrónica y otra formación técnica; industria y construcción, con una tasa de 7,85 por ciento.

