El festival Afro Blue clausuró su cuarta edición con un rotundo éxito de asistencia y una firme consolidación dentro del panorama musical nacional. Durante las jornadas del viernes y el sábado, el Jardín de los Zuloaga volvió a convertirse en el epicentro de los sonidos afroamericanos, en un evento que agotó todas las entradas para su segunda jornada y rozó el lleno en la primera.
Jazz, funk, blues, soul y afrobeat marcaron el pulso de un festival que volvió a apostar por la calidad artística y la cercanía con el público, sin renunciar a un cartel ambicioso ni a una organización centrada en ofrecer una experiencia íntima y cuidada. La respuesta del público, que llenó los espacios sin que ello comprometiera la comodidad ni el ambiente, refuerza la singularidad de una cita que continúa creciendo sin perder su esencia.
El sábado arrancó con la ya tradicional sesión vermú en el Palacio de Quintanar, donde Corcs Drums & Organ ofreció un directo potente, de corte psicodélico y soul. Más tarde, Hendrik Röver & Los Míticos GTs trasladaron su propuesta de rock & roll y americana al recinto principal del festival, en un ambiente distendido y festivo, acompañado de la habitual paella popular.
La noche final estuvo marcada por una secuencia de conciertos de notable nivel. El británico MT Jones abrió con un soul contemporáneo sobrio y elegante. Le siguieron Wolfgang Valbrun, con una actuación envolvente y cuidada en los matices, y Freedonia, que ofreció uno de los directos más potentes del fin de semana. The Cinelli Brothers cerraron la edición con un despliegue de blues eléctrico que dejó un excelente sabor de boca entre los asistentes.
