A finales del pasado mes de abril, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebraba la anual cena de corresponsales de la Casa Blanca entre risas y bromas con los periodistas allí reunidos. Menos de tres semanas después, son, precisamente, los reporteros quienes le ponen contra las cuerdas, después de que la agencia de noticias Associated Press (AP) informase ayer de que el Gobierno del país pinchó 20 líneas telefónicas, utilizadas por un centenar de redactores, para intentar averiguar cuáles eran sus fuentes.
Entre los investigados por el Ejecutivo se encuentran cinco periodistas y un redactor jefe de ese medio que participaron en la elaboración de una noticia sobre una operación de la CIA que frustró un atentado de Al Qaeda contra un avión con destino a EEUU, información que provocó que la Administración intentara averiguar sus fuentes en la publicación de dichos datos.
Según denunció AP, el Gabinete demócrata aún no ha explicado por qué motivo obtuvo los registros de las llamadas telefónicas y recordó que la Casa Blanca admitió que está llevando a cabo una serie de pesquisas criminales para descubrir la fuente de esa noticia que la agencia publicó el 7 de mayo de 2012 y en la que desveló «detalles» del operativo de la CIA.
«Los fiscales han buscado registros telefónicos de reporteros en anteriores ocasiones, pero el tamaño de esta investigación en una amplia selección de oficinas de AP, incluidos números de la centralita general y líneas de fax compartidas por delegaciones, es extraordinario», advirtió el medio de comunicación.
La agencia definió la interceptación de los registros de las llamadas de 20 de sus líneas telefónicas entre abril y mayo como una «intromisión masiva y sin precedentes» e indicó que esta acción del Departamento de Justicia puede haber afectado a las comunicaciones de «más de 100 periodistas» que trabajan en las delegaciones investigadas por el Gobierno.
Associated Press acusó al Gobierno estadounidense de haber investigado «agresivamente» a los medios de comunicación norteamericanos en los casos en los que han dado a conocer información clasificada y recordó que con Obama, ha habido investigaciones contra seis personas por difundir información reservada, «más que con todos los presidentes anteriores juntos».
Infiltrados en Rusia
Por otro lado, Rusia detuvo a un ciudadano estadounidense al que acusa de intentar reclutar a un miembro de la Inteligencia de Moscú para enrolarse en la CIA.
El arrestado trabajaba en la Embajada norteamericana y que, a su vez, realizaba servicios para la agencia de EEUU. Llevaba una alta suma de dinero e instrucciones escritas en ruso.
