La evolución del transporte urbano está viviendo una etapa revolucionaria. La tecnología ha avanzado tanto que permite que vehículos comerciales circulen sin conductor humano. Los taxis autónomos utilizan una combinación de sensores, cámaras, radares y sistemas avanzados de inteligencia artificial que les permiten desplazarse de forma segura por las ciudades.
Estados Unidos es uno de los países pioneros en este campo. Empresas como Waymo, que procede de la matriz de Google, y Cruise, con el respaldo de General Motors, ofrecen servicios de robotaxis en San Francisco, Phoenix, Austin. En China, empresas como Baidu y AutoX avanzan significativamente en la implementación de taxis autónomos. Baidu, a través de una plataforma, ofrece servicios en Beijing, Wuhan y Chongging, entre otras.
Por su parte, AutoX, que cuenta con el respaldo de Alibaba, realiza pruebas en varias localidades. El gobierno chino apoya este sistema de taxis autónomos, por lo que el país asiático es terreno fértil para su desarrollo.
¿Qué pasa en Europa con los taxis autónomos?
Europa ha quedado un tanto rezagada en las iniciativas. Sin embargo, parece que ha llegado el momento de dar un salto significativo. Existen varios proyectos programados para iniciar operaciones en 2026. Si bien Tesla sigue realizando pruebas de robotaxis en algunas ciudades europeas, no logra despegar. La empresa, que aparentaba liderar la innovación, está siendo superada por la competencia.
Uber se adelanta y pone el acelerador en su marcha hacia los taxis autónomos en Europa. La empresa ha anunciado que en el año 2026 estrenará sus vehículos autónomos en Londres y Múnich. En estas ciudades desplegará vehículos de nivel 4 de autonomía. Son capaces de operar sin intervención humana en determinadas zonas delimitadas.
La empresa busca posicionarse como líder en movilidad autónoma en Europa, adelantándose a competidores que aún no ha concretado un despliegue masivo en el continente, entre los que se encuentra Tesla. Estos taxis autónomos de Uber no requieren supervisión humana, y operan de forma totalmente independiente. En las etapas iniciales contarán con monitores humanos como medida de seguridad.
Europa es campo de pruebas
Los anuncios de Uber convertirán a Europa en un campo de pruebas clave para la movilidad autónoma en todo el continente. Además de ofrecer un servicio innovador, la empresa busca consolidar un modelo de negocio basado en la eficiencia y la reducción de costos operativos. El proyecto implica desafíos importantes, especialmente a nivel regulatorio. Las ciudades deberán adaptar su infraestructura vial y establecer protocolos de emergencia.
Asimismo, se hace necesario actualizar los marcos legales para regular la circulación de vehículos sin conductor. Será necesario integrar a los taxis autónomos al sistema como nuevos protagonistas en la circulación.
¿Cuál es la estrategia de avance de Uber?
La estrategia de avance de Uber en el desarrollo de taxis autónomos en Europa se basa en una red de alianzas tecnológicas y logísticas. En lugar de fabricar vehículos o desarrollar sistemas de conducción autónoma desde cero, Uber se ha asociado con empresas que ya dominan ciertos componentes claves para el proyecto. Con estas asociaciones, la empresa consigue integrar soluciones avanzadas que se adapten a las exigencias regulatorias de cada ciudad europea en la que se instalen los robotaxis.
Uno de sus aliados fundamentales es Momenta. Es una firma china de inteligencia artifical que le aporta la tecnología para la conducción autónoma nivel 4. También se suman alianzas con Lucid y Nuro, fabricantes de vehículos eléctricos y de plataformas de reparto autónomo. Estas empresas ya cuentan con diseños de vehículos adaptados a la movilidad urbana.
La unión hace la fuerza, dice el proverbio. Y sin duda es así. Estas alianzas permitirán a Uber ofrecer un servicio potente, escalable y competitivo sin asumir los riesgos ni perder tiempo en desarrollos de insumos que ya están desarrollados. La empresa que hasta ahora era intermediaria entre conductores y pasajeros, se convertirá en operadora de una red automatizada de transporte urbano. Con este cambio de modelo de negocios, Uber espera retener entre el 40% y el 60% de las tarifas generadas por sus taxis autónomos.