Este año, la primera ola de calor casi logra llegar antes de que comenzase oficialmente el verano, y con ella llegan las protestas habituales y justificadas. Entre otras cosas porque es cierto, los veranos son cada vez más calientes pero también vuelven los deliciosos platos fríos veraniegos, como el gazpacho, el salmorejo, el ajoblanco y la sopa de remolacha, entre otras recetas.
Sin duda, el símbolo gastronómico del verano por excelencia es el gazpacho, un plato que vemos servido al menos una vez en casi todas las mesas durante los siguientes dos meses. Sin embargo, hay muchos amantes de este plato que no pueden evitar repetirlo, aunque no en un buen sentido.
Quién es el responsable de que repitamos el gazpacho
No les pasa a todos repetir el gazpacho, aunque sí a un buen número de amantes de este plato veraniego, que en sus orígenes y entre los romanos no llevaba verduras y se hacía solo con migas de pan, vinagre, aceite de oliva y sal.
De esta sopa romana, que se tomaba fría y caliente, habrían derivado no solo el gazpacho andaluz, sino también el salmorejo y el ajoblanco. Pero la que nos ocupa es la que se elabora actualmente con tomate, gracias al Nuevo Mundo, con ajo (a quienes muchos consideran responsable del problema), y pepino, que es el verdadero culpable.
De acuerdo con la nutricionista e influencer en Instagram Boticaria García, el pepino es el responsable de que sintamos que el gazpacho intenta causarnos una incómoda sensación. “Como otras cucurbitáceas, como por ejemplo el melón, tiene unos ácidos grasos en las membranas que al digerirlo se liberan y se descomponen en el estómago formando unos gases”.
El truco para dejar de repetir el gazpacho
Una vez identificado el responsable de que de golpe volvamos a sentir el sabor y el olor del gazpacho en la boca, tenemos dos opciones: la más obvia eliminar el pepino como ingrediente. Otra opción sería aplicarle diversos tratamientos para anular esta molesta secuela. Al respecto, la doctora en Farmacia señala: “Con el pepino hay distintos trucos con más o menos éxito, como cortar los extremos, cocinarlos, sumergir los pepinos en vinagre o en zumo de limón”.
Cuando habla de cocinarlos es justamente antes de utilizarlo como ingrediente e incorporarlo al resto de la receta. Otra recomendación es asegurarnos de que los pepinos sean frescos. Cuanto más tiempo tenga el pepino y más arrugado esté, mayor cantidad de gases va a producir. Y para muchos prescindir de él en la receta no es una alternativa, porque ya no sería un gazpacho tradicional, por lo que podemos probar algunas de las soluciones antes mencionadas.
Un gazpacho del siglo XXI
El gazpacho era un plato popular, de segadores y gente humilde, que incorporó el tomate como ingrediente apenas en el siglo XIX, y que adquirió fama internacional como plato veraniego emblemático de la gastronomía española durante el siglo XX, probablemente gracias al turismo.
¿Cómo es un gazpacho del siglo XXI? Es menos complicado de lo que podría parecer, pues se trata de los mismos ingredientes tradicionales, pero pasados por una Thermomix. Para hacer un gazpacho para 6 personas vamos a necesitar 1 kilo de tomates maduros, 1 pepino muy fresco (o previamente cortado en rodajas y puesto a remojar en zumo de limón), 1 pimiento verde, 2 dientes de ajo, 50 gramos de pan de campo, 250 mililitros de agua, 50 mililitros de aceite de oliva y 30 mililitros de vinagre de jerez.
El agua debe estar bien fría y no hay que olvidar la sal (5 gramos). Colocamos todos los ingredientes en el vaso de la Thermomix, trituramos a velocidad máxima durante 4 minutos, lo pasamos por el chino y guardamos en la nevera un par de horas antes de servir.