Hubo un tiempo no muy lejano en que los huevos que compramos no tenían fecha impresa de caducidad, y las amas de casa, cuando también había y el trabajo del hogar no era compartido, se sabían varios trucos para determinar si un huevo estaba bueno o había que tirarlo, y técnicas para evitar dañar otros huevos. Ahora los huevos vienen con mucha información en la cáscara, aunque la que recibe mayor atención es la fecha límite, a partir de la cual ya no es seguro consumirlos. ¿Se trata de una ley casi tan exacta como la de la leche? Según la opinión de algunos expertos, no es exactamente así.
Todavía no rompas los huevos, pueden estar buenos
Antes y después de las vacaciones, en las cocinas de muchos hogares suelen presentarse escenas que podrían calificarse como tragedias domésticas, o punto límite en el que se tiran verduras que no van a resistir (o que no resistieron), se vacían tupper con sobras de diferentes comidas y hasta se van a la basura envases con leche, jugos y botes de kétchup y de mayonesa que están cerca de su fecha de vencimiento.
Estos pequeños dramas hogareños se producen porque vamos a estar fuera de casa dos o más semanas, y muchos de estos alimentos no van a resistir, o ya no va a ser seguro comerlos o utilizarlos. ¿Qué hacemos con los huevos? Recientemente, un popular nutricionista, también conocido como Nutriman, confirmó algo que conocen muchas personas mayores, pero que en parte se ha olvidado con la generalización de los huevos con fecha de caducidad:
“El huevo fresco, en la nevera, puede aguantar entre 3 y 5 semanas, aunque se haya pasado la fecha de consumo preferente”.
Esta información es respaldada por el Instituto de Estudios del Huevo, el IEH, una organización que existe desde 1996 y que también afirma que la fecha que encontramos en los huevos tiene una función orientativa, e indica hasta cuándo se puede decir que se trata de un huevo fresco (28 días después de la postura). Ante la pregunta de si es seguro consumir un huevo poco antes de la fecha límite, el IEH responde:
“Si ha estado convenientemente conservado, puede consumirse sin problema, incluso se puede comer después de la fecha marcada en el envase siempre y cuando se hayan mantenido refrigerados y tengan la cáscara intacta y limpia”.
La manera de saber si los huevos están buenos
Esto no significa que los huevos pasados de fecha están 100% libres de bacterias, o de haber entrado en un proceso de descomposición. Si la nevera se apagó mientras estábamos fuera o hubo un corte de luz (algo que ya no podemos considerar tan inusual), es posible que los huevos ya no estén aptos para el consumo, o que la mejor manera de comerlos sea bien cocidos.
Hay varias pruebas que podemos realizar para saber si un huevo está bueno:
- Sumergirlo en un recipiente con agua: si se mantiene en el fondo está bueno, si flota posiblemente esté dañado.
- Acercar el huevo al oído y agitarlo suavemente, si suena acuoso o se siente el movimiento de la yema probablemente esté malo. Los huevos en buen estado no suenan.
- Si sospechamos de la condición de un huevo, lo mejor que podemos hacer es cascarlo en un envase aparte, sin mezclar con los otros. Si huele a azufre o a cualquier otra cosa, con seguridad está malo.
- Por último, romper el huevo sobre un plato llano. Si el huevo está fresco la yema permanecerá entera, y la clara se mantendrá alrededor, sin dispersarse demasiado.