Buena parte de los restos materiales de la historia de la unión un poco forzada entre América y España, todavía se encuentra sumergida en las aguas del Atlántico. Fue allí por donde la flota española transportó, asediada por piratas y corsarios de distintas nacionalidades, tesoros con una gran cantidad de oro, diamante y plata, para beneficio de España y Europa. Ese patrimonio sumergido se ha hecho legendario y ha creado la que es, posiblemente y al menos en teoría, una de las carreras más divertidas que hay en el mundo, la de los buscadores de tesoros.
El tesoro de Alacranes
En 2018 se comenzaron a encontrar piezas de un naufragio del siglo XVIII, en lo que debió ser un barco español que pertenecía a la Flota del Tesoro, o Flota de Indias, que naufragó en el arrecife Alacranes. Se trata de una formación coralina a 130 km de Yucatán que actualmente es un parque nacional.
El sitio se convirtió en un yacimiento arqueológico submarino y actualmente está bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, y del Museo de Arqueología Subacuática El Fuerte de San José el Alto.
En esta formación hasta ahora se han extraído unas 420 piezas que abarcan botones, relicarios, mondadientes, hebillas y rosarios, entre otras. Se incluyen en su elaboración materiales como diamantes procedentes de Brasil y oro de 24 kilates, que podría ser originario de Venezuela, Colombia, Panamá o hasta del sur de México.
¿A quién pertenece el tesoro?
En palabras de la representante de la Subdirección de Arqueología Subacuática en Campeche, Helena Barba: “Más allá del valor de los metales y piedras preciosas, este tesoro nos habla de la vida cotidiana del comercio naval del siglo XVIII”.
Lo que solo es cierto en parte, pues cuando se trata de tesoros con un valor muy grande suelen agitarse las aguas diplomáticas, como ocurrió con el tesoro del galeón San José, hallado en 2015 frente a las costas de Colombia. Un tesoro que que al hundirse llevaba un tesoro equivalente a 20.000 millones de dólares en monedas y otros objetos de oro y plata.
Este naufragio enfrentó a los gobiernos de España y México y a compañías privadas estadounidenses que participaron en el descubrimiento. El barco se hundió durante una batalla entre la flota española y corsarios ingleses en 1708, y más de 300 años después la batalla por apoderarse del tesoro continúa, pero en los tribunales. Una situación que podría repetirse con el tesoro de Alacranes.
Hay que recordar que España debió batirse en tribunales durante varios años, enfrentada a la empresa de rescate Odissey Marine Exploration por el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes: 14 toneladas de oro y plata que finalmente recuperó legalmente en 2012.
Apenas empezamos a descubrir un poco más
Las piezas recuperadas actualmente se exhiben en el Museo de Arqueología Subacuática en Campeche, pero se cree que lo que se ha conseguido extraer hasta ahora de las aguas es apenas el 1% del cargamento, y que el resto puede encontrarse sepultado bajo arena y formaciones de corales de fuego.
Por ahora, los objetos recuperados están bajo la responsabilidad del INAH, que probablemente se hará cargo de la exploración en el arrecife Alacranes, del que hasta ahora solo se ha explorado un 5% (en relación con este naufragio).
Más allá de un posible conflicto diplomático, es probable que la extracción del resto del tesoro se vea obstaculizada en parte por el hecho de que se encuentra en el Parque Nacional Arrecife Alacranes, que además pertenece a la Red Mundial de Reservas de Biosfera.