Cuando a una persona que se ocupa de las tareas del hogar se le pregunta qué electrodoméstico le resulta más valioso e imprescindible, sin dudar responde que es la lavadora.
Es impensable en estos tiempos imaginarse lavando la ropa como lo hacían las abuelas. Muchas personas mayores todavía recuerdan lo duro que era lavar la ropa antes de esta máquina, en cubetas o con tablas de lavar.
Había que frotar las prendas con jabón y enjuagarlas repetidamente con agua. Generalmente esta tarea se hacía al aire libre, porque en muchas casas la tabla para lavar estaba ubicada en algún espacio libre, terraza o patio.
Gran parte del tiempo semanal de las personas, especialmente de las mujeres, quienes tradicionalmente eran las encargadas de esta tarea, se consumía lavando la ropa. Y cuando la familia era numerosa, todo ese esfuerzo y tiempo se multiplicaba.
El proceso de lavado era tan largo y exigía tanto esfuerzo físico que cuando las personas jóvenes lo ven en las películas o lo escuchan narrado por algún familiar de años, no pueden creer que haya sido así.
Por todo lo que vemos, la lavadora ocupa un lugar relevante en la vida de las personas. Realmente revolucionó la vida doméstica, permitiendo que el proceso de lavado sea rápido y liberando tiempo para otras actividades.
Es un hecho curioso que, ante esta importancia de la lavadora para una familia, haya alguna parte de la máquina que el común de los usuarios no sabe para qué sirve. Y es más llamativo aún que tampoco se han ocupado de averiguarlo.
Si se pregunta a quien se ocupa del lavado de ropa en el hogar usando la lavadora para qué es el tercer compartimento de la caja de jabón de la máquina, probablemente en ese momento tomará conciencia de que no tiene ni idea de para qué sirve. Es como si nunca lo hubiera visto.
¿Por qué la gente no sabe para qué sirve el tercer compartimento del cajetín de la lavadora?
Es casi un desconocimiento natural y lógico. Cuando se compra una lavadora, la persona siente tal alegría y emoción que solo piensa en que esa máquina le cambiará la vida. Observa el tambor, la entrada y salida del agua. Mira con atención el selector que indica los programas y trata de entenderlos con el manual en la mano.
Tiene a su lado el jabón, ahora especial para lavadora, y el suavizante. Y no necesita ver nada más. Coloca el jabón en el compartimento que en el manual se indica para eso. Luego vierte suavizante en el que corresponde y, sin esperar nada más, enciende la máquina.
Esto se vive cuando se compra la primera lavadora de la vida o cuando se renueva la máquina, cambiándola por una más moderna y con más funcionalidades. De la misma manera, el tercer compartimento pasa inadvertido. Es hora de desvelar este misterio.
¿Para qué sirve el tercer compartimiento del cajetín de la lavadora?
En la caja en la que va el jabón suele haber tres cajetines.
Uno, en el que aparecen dos barras verticales (el número dos romano), es el del jabón. Otro, que lleva el símbolo de una flor, es el del suavizante. Y el misterioso compartimiento marcado con una barra vertical (el uno romano), es para los productos que se usan en los programas de pre lavado.
¿Qué se pone en ese compartimento para el prelavado? Se usan blanqueadores, productos para eliminar manchas o una dosis más de detergente. Este contenido es el que la máquina utilizará en el prelavado para ablandar la suciedad difícil y las manchas persistentes.
Es importante tener en cuenta que solo es necesario usar este cajetín cuando se activa un programa con prelavado. Si no se usa esa opción, el compartimiento permanecerá vacío.
