La muerte del papa Francisco y la posterior elección del nuevo papa, León XIV, hizo que parte del mundo volviera a centrar su interés en ese curioso microestado, el país más pequeño del mundo que es el Vaticano, y que por unos cuantos días siguiera con interés una de sus figuras más llamativas, los cardenales.
En mayo, 135 cardenales se encerraron en la Capilla Sixtina para elegir el nuevo papa, pues ese es el objetivo del Cónclave, elegir entre estos príncipes de la Iglesia, como también se denominan, al nuevo patriarca de Occidente y soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Cuánto ganan los cardenales
El movimiento de los cardenales, su desplazamiento desde distintas partes del mundo mientras se preparaba el Cónclave, las imágenes de los palacios del Vaticano, de la Guardia Suiza, y hasta del vestuario de las diferentes figuras de la iglesia, han hecho que muchos se pregunten cuánto gana un cardenal.
Aunque se trata del cargo más alto en la estructura jerárquica de la iglesia católica, solo por debajo de la figura del papa, los cardenales no gozan de un salario uniforme y este va a depender de la labor que realicen dentro de la curia romana.
Recordemos que, al tratarse de un Estado soberano, el Vaticano tiene diferentes cargos administrativos y de seguridad, y que los cardenales pueden estar a cargo de entidades financieras, de seguridad, diplomáticas, de recursos humanos, etc. Son estas responsabilidades las que determinan el salario de un cardenal.
En todo caso, se sabe que un cardenal actualmente puede llegar a ganar entre 4.500 y 5.000 euros. A este ingreso hay que sumar otros beneficios, como el de no pagar vivienda y disponer de atención médica gratuita dentro del Vaticano.
Curiosamente, cuando un cardenal es escogido por sus colegas para ser el nuevo papa, deja de percibir este salario. Existe un fondo para cubrir las necesidades del sumo pontífice, pero este deja de percibir el sueldo de cardenal.
El papa Francisco y los recortes en el Vaticano
También hay que mencionar que el cardenal Bergoglio, ahora mejor recordado como Francisco, dedicó buena parte de su gestión a realizar ajustes y reestructurar los gastos del Vaticano, con el objetivo de destinar mayores recursos a la labor pastoral, a actividades caritativas y al mantenimiento de la infraestructura de la iglesia.
Estos recortes afectaron los salarios de los cardenales, que vieron reducidos sus ingresos en un 10%, aunque siguen siendo notablemente altos si se comparan con el de los obispos y sacerdotes (entre 1.500 y 2.500 euros), o el de los trabajadores laicos (entre 1.200 y 3.000).
Los trabajadores laicos son aquellos empleados del Vaticano que desempeñan diferentes actividades sin ser sacerdotes o monjas, como los integrantes de la Guardia Suiza, los empleados de los museos o los que realizan otras actividades administrativas, cuyo sueldo va a depender de la antigüedad y la responsabilidad del cargo.
Los cardenales tienen una asignación fija, que viene con el cargo, de 1.500 euros; pero pueden llegar hasta 5.000 dependiendo de la responsabilidad que se le asigne en el Vaticano. Entre los recortes que hizo Francisco, y que redujeron los ingresos de los cardenales, están la eliminación de complementos como la “indemnización de oficina” y la “gratificación por secretaría”.
Recordemos que algunos cargos ejercidos por estas figuras equivalen a la de ministros y presidentes de entidades gubernamentales de otros Estados soberanos.
Los recortes del papa Francisco no solo afectaron los ingresos de los cardenales, también se redujo en un 8% el de los jefes y secretarios de los dicasterios (que equivalen a ministerios del Vaticano), y en un 3% el de los religiosos (monjas y sacerdotes).
