Quizás es un buen momento para valorar algunos beneficios de los que todavía gozamos y compararlos con lo que otros países, aparentemente más desarrollados, tienen que ofrecer. Para eso nada como conocer las experiencias y opinión de los residentes y visitantes extranjeros que han estado en contacto con instituciones como nuestro sistema de salud.
Es un tema importante para todos los españoles, y hay cierto consenso en que no funciona como debería: largas listas de espera para intervenciones quirúrgicas y consultas con especialistas, problemas con su burocracia, falta de financiación, escasez de médicos y enfermeras, etc. Pero es visto como un sistema envidiable por muchos extranjeros.
Una norteamericana en urgencias, en Valencia
Es el caso de Ariel Roberts, una estadounidense originaria de Michigan y con cuatro años viviendo en Valencia, que ha compartido su experiencia en España a través de TikTok, @expattherapist, y donde contó cómo fue su primera experiencia con el sistema de salud español, cuando todavía tenía muy poco tiempo en nuestro país.
En ese momento Roberts era madre de un niño pequeño que estaba enfermo y con fiebre muy alta, por lo que hicieron una consulta médica telefónica, donde se les recomendó llevarlo de inmediato a un servicio de emergencia.
“Si eres norteamericana realmente apreciarás la historia”, comenta Ariel. Ella comenzó a preparar una mochila para poder soportar el previsiblemente largo tiempo de espera antes de ser atendidos. En la mochila puso snacks, libros para colorear, sudokus, etc., aunque su marido le decía que no era necesario.
“No te preocupes”, pensaba ella, “porque vas a estar muy agradecido cuando saque mi bolsa mágica cuando estemos dos o tres horas en la sala de espera y estés aburrido”. Pero la experiencia fue completamente diferente: llegaron a urgencias y casi de inmediato los pasaron con los médicos de guardia.
Una experiencia para reflexionar
Ariel Roberts pensaba que iba a pasar varias horas esperando antes de ser atendida, pero afortunadamente se equivocó: “Revisan a mi hijo, nos dan el diagnóstico, nos dan una receta y estamos entrando y saliendo en menos de veinte minutos”. Y agrega: “Me quedé helada”, y también sorprendida por una “atención eficiente y gratuita”: “Ni siquiera pude abrir mis sudokus…”.
La estadounidense finaliza el vídeo preguntando a los espectadores si han tenido “otra experiencia en el extranjero que te hizo dar cuenta de lo atrasado que está Estados Unidos en la actualidad”. Más de un español quizás piense que Roberts corrió con suerte y quizás está exagerando un poco, pero esto es porque desconoce el sistema de salud norteamericano. Tal y como ella misma lo señala, en Estados Unidos “ese mismo episodio habría implicado horas de espera y una factura de varios cientos de dólares, incluso con seguro privado”.
Una visita obligada al servicio de urgencias en ese país puede costar alrededor de 2.500 euros, mientras en España es completamente gratuito. En el primer caso, si la situación se complica, la factura puede superar los 20.000 dólares, algo que está por encima de las posibilidades de aquellos ciudadanos que no tienen seguro médico.
La experiencia de Ariel Roberts la han vivido otros residentes extranjeros, también procedentes de países del primer mundo, e incluso de naciones de la UE en otros aspectos más avanzados que España, que elogian la Seguridad Social y los beneficios del sistema de salud español.
Para Roberts, esta experiencia en un servicio de urgencias en Valencia fue fundamental: “me hizo repensar toda mi existencia”, y debería servir de reflexión para todos aquellos que despotrican de nuestro sistema de salud, que ciertamente debe mejorarse, pero que tampoco es tan malo como creemos.