Aunque oficialmente el verano se prolonga hasta la tercera semana de septiembre para millones de personas, las vacaciones largas más esperadas y queridas del año concluyen el último día de agosto. Lo que resta ya pertenece al retorno a clases y volver a acostumbrase a los horarios de oficina. Sin embargo, hay una tendencia que se está haciendo sentir en hostales, plataformas de viajes y agencias de turismo, de un grupo cada vez mayor de personas que eligen septiembre como mes para irse de vacaciones. Lo hacen cuando casi todo el mundo enfila cabizbajo, o con las baterías recargadas, el regreso a la normalidad.
Vacaciones en septiembre: las ventajas
El noveno mes, más asociado ya con el otoño que llega que con el verano que se va, se ha convertido en el preferido para irse de vacaciones por un número creciente de españoles. Lo dicen las agencias de viajes y las plataformas que trabajan con turismo: los vuelos y las reservas durante este mes aumentaron un 20% respecto a años anteriores. Es cierto que las temperaturas comienzan a bajar y que los días empiezan a ser más cortos, pero también disminuye drásticamente el número de turistas y se puede disfrutar mejor de las playas y los campings. Es más fácil conseguir reservas y los precios ya no son tan altos.
Durante unas semanas la temperatura del agua se sigue manteniendo aceptable (los cambios de temperatura en el agua son menos bruscos que los del aire), y ya no hay esos terribles picos de calor de julio y agosto. Se puede volver a caminar con tranquilidad por las estrechas calles de los pueblos tradicionales y conseguir fácilmente mesas libres en cafés y restaurantes, sin filas ni tumultos.
A esto hay que agregar que todo es más económico, pues los precios de billetes en avión, hoteles y restaurantes, comparados con agosto, pueden bajar entre un 30 y un 50%. Vamos a gastar menos y a disfrutar más.
Los que pueden viajar en septiembre
Claro, no todos pueden elegir este mes para irse de vacaciones, sobre todo si tienen hijos en edad escolar, pues es el mes en el que comienzan las clases. Por eso las familias programan las vacaciones para julio y agosto. Eso deja el campo libre a parejas jóvenes, sin hijos o con hijos muy pequeños, pero también a aquellos cuyos períodos laborales son más intensos y productivos precisamente en verano, como los que trabajan en hostelería y restauración.
Es un mes perfecto también para aquellos que no están obligados a cumplir horario de oficina, nómadas digitales y personas que teletrabajan. Estas últimas han creado una nueva tendencia, posterior a la pandemia de Covid, que combina trabajo con vacaciones. Son personas que disfrutan de la playa o la montaña, pero deben dedicar parte del día al trabajo a distancia.
Más ventajas de vacacionar en septiembre, y algunas desventajas
Septiembre es un excelente mes para disfrutar de las grandes ciudades de España y Europa, pues hay menos concentraciones de visitantes, las ciudades vuelven a la normalidad y las temperaturas son más amables. Las excursiones por parques naturales y montañas son más agradables, por las temperaturas, y comienzan a notarse los cambios por la cercanía del otoño. Es también un excelente mes para hacer turismo enológico en Francia, Alemania, Italia, y las principales regiones con viñedos de España.
No todo son ventajas. Si estamos tomando las vacaciones en septiembre, significa que nos quedamos en las grandes ciudades durante los meses más calurosos y desagradables del año, y también que posiblemente no pudimos compartir con familiares y amigos que toman las vacaciones en los meses tradicionales.